Gabriela Rodríguez
A
ctualmente el gobierno de la Ciudad de México difunde una campaña contra el acoso sexual en las redes sociales, en medios de transporte y en parabuses. La campaña se diseñó con base en un estudio diagnóstico entrevistando a grupos de enfoque de jóvenes estudiantes, unos de hombres y otros de mujeres, de 18 a 22 años; otros grupos con mujeres amas de casa y hombres trabajadores de 30 a 40 años, de nivel socioeconómico medio y bajo. Además se aplicó una encuesta en vivienda, con muestra representativa de la ciudad, mil 200 casos.
El formato de la campaña es de testimoniales a varias voces: hombres y mujeres de distintas edades reproducen formas de acoso sexual y laboral contra las mujeres, pero además se hace un llamado a la acción
Entre todos, paremos la violencia contra las mujeres. Se abordan cuatro ámbitos: las relaciones de pareja entre jóvenes, en espacios de trabajo, en el espacio público y en la casa. Cada uno de los mensajes ilustra una acción fácilmente identificable como violencia contra las mujeres, tales como las agresiones físicas y sexuales, y en seguida se visibiliza otro tipo de acciones que son menos obvias para la mayoría, pero que también son violencia contra las mujeres.
Las piezas identifican a tres actores de los actos de violencia: el perpetrador o agresor, la víctima y los testigos. Los mensajes hacen un llamado concreto para actuar asertivamente para detener la violencia contra las mujeres.
Quienes consultan las redes sociales la encuentran con el hashtag #DateCuenta, y quienes utilizan los medios de transporte colectivo seguramente ya la conocen. Ejemplifico aquí algunos mensajes. Una estudiante de 18 años dice “Violar a una mujer es violencia, pero…” y aparece un estudiante de la misma edad
Presionar a tu novia para tener relaciones sexuales sin protección, también es violencia;
Compartir fotos íntimas de cualquier mujer sin su permiso, también es violencia, Otro joven afirma
Decirle a tu novia cómo vestirse o comportarse, también es violencia. Si tú la ejerces, date cuenta y párala; luego aparece una joven
Si tú la vives, alza la voz, no es tu culpa;
y si tú la ves, no seas cómplice y busca cómo ayudar. Cierra con el eslogan
Entre todos, paremos la violencia contra las mujeres.
Entre los mensajes para ambientes de trabajo, aparece un oficinista como de 50 años:
Condicionar el empleo de una mujer a que acepte tener sexo es violencia, pero..., aparece una oficinista de 30 años
Pagarle menos a una mujer que a un hombre por el mismo trabajo, también es violencia. Otro oficinista “Dejar de contratar o correr a una mujer porque tiene o podría tener hijos, también es violencia; y una empleada afirma
Hacer chistes sobre las mujeres en el trabajo, también es violencia; reacciona un hombre
Si tú la ejerces, date cuenta y para. Reacciona la empleada
Si tú la vives, alza la voz, no es tu culpa. Y si tú la ves, no seas cómplice y busca cómo ayudar. Entre todos, paremos la violencia contra las mujeres.
Los mensajes sobre el acoso sexual en los medios de transporte son muy directos. Aquí algunos: joven de 25 años “Manosear a una mujer en el transporte público es violencia, pero… Tomar fotos del cuerpo de una mujer a escondidas en el Metro, también es violencia”. Mujer madura:
Que un hombre se suba al vagón exclusivo para mujeres, también es violencia. Una joven “Chiflarle a una mujer en la calle, también es violencia; un joven replica
Si tú la ejerces, date cuenta y para; ella dice
Si tú la vives, alza la voz, no es tu culpa;
y si tú la ves, no seas cómplice y busca cómo ayudar. Entre todos, paremos la violencia contra las mujeres
Erradicar el acoso sexual en México es un reto cultural de múltiples dimensiones, se trata de una expresión de machismo, de ese desprecio a lo femenino que reproduce formas de abuso de poder. El acoso sexual es una agresión muy naturalizada en los hogares, en las escuelas, en los centros laborales, en la calle, en los medios de transporte. El reto exige reducar a los hombres de todas las edades, informar y empoderar a las niñas, a las jóvenes y mujeres, pero además, invitar a la acción a quienes atestiguan esos actos.
La escuela y los medios de comunicación son piezas clave para cambiar la cultura, en la primera ha habido esfuerzos, más en los contenidos de los curricula que en la formación de docentes, pero en los medios masivos de comunicación prácticamente no hay ningún esfuerzo. La difusión de la campaña #DateCuenta en las redes sociales, en los medios de transporte (Metro, autobuses) y en parabuses es un esfuerzo sustantivo que abre camino hacia el cambio cultural.
Twitter: @Gabrielarodr108
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