Versión estenográfica. 50 años de atención y prevención de adicciones. XX Congreso Internacional.
2019, Año del Caudillo del Sur, Emiliano Zapata
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Me da mucho gusto participar en este acto de conmemoración de 50 años de esta noble tarea de prevención a las adicciones, el trabajo que han hecho los centros juveniles para evitar la drogadicción.
Ya se habló bastante sobre este tema, muy bien además. Sólo voy a referirme a la importancia que tiene el haber avizorado, el haber dimensionado esta necesidad de atender el problema de las adicciones desde hace 50 años, como aquí se ha expresado; porque no era en ese entonces un problema grave, pero se tuvo la visión de vislumbrar que hacía falta atender este asunto que ahora se convierte en algo necesario, fundamental.
Les puedo decir que para nosotros, para el actual gobierno, esto es un asunto prioritario, está en nuestras prioridades, es algo que nos preocupa y que nos ocupa en estos tiempos.
Qué bien que al mismo tiempo se pensó desde el principio en los preventivo, en eso también coincidimos, que es lo más importante, el prevenir; y que el problema debe de atenderse de manera integral y que parte de conseguir antes que nada el bienestar, el estar bien, que los problemas de drogadicción como otros problemas sociales tienen que ver con la desatención a las necesidades de la gente, con la desatención a los jóvenes, con la falta de oportunidades de trabajo, la falta de oportunidades de estudio, con la desintegración de las familias, con la pérdida de valores culturales, morales, espirituales.
Entonces, eso es lo que se tiene que atender primero, esa es la base, y luego atender los efectos. Esa es la estrategia que ahora estamos siguiendo.
Primero, que los jóvenes tengan garantizado el derecho al estudio y el derecho al trabajo, no solo etiquetarlos, llamarlos ninis, que ni estudian ni trabajan, menospreciarlos, discriminarlos y darles la espalda. Eso fue lo que hicieron, acuñar esa frase, y nunca se preocuparon realmente por atender a los jóvenes.
Por eso es excepcional lo de ustedes, porque lo han hecho mejor en estos 50 años que las instituciones del gobierno.
Les digo esto porque cuando decidimos emprender una acción para disminuir el consumo de drogas por lo que significa, por el daño que ocasiona, dijimos: Bueno, ya tenemos los programas sociales, se están destinando recursos para el bienestar como nunca, sólo en becas 65 mil millones de pesos, 11 millones de becas de preescolar hasta el nivel universitario.
El programa Jóvenes Construyendo el Futuro les está dando ya trabajo como aprendices a más de 900 mil jóvenes, que están recibiendo un apoyo de tres mil 600 pesos mensuales, mientras se capacitan en talleres, en empresas, en comercios. Ya se está haciendo eso y muchas otras cosas.
Se está trabajando en todo lo que significa el bienestar, pero teníamos también que atender el problema de las adicciones y dijimos: Vamos a una campaña en medios. Porque se había eclipsado, se había relegado el tema, no se trataba el tema, no se escuchaba nada en la radio, en la televisión, era como un tema tabú; al contrario, lo que se daba a conocer era un mundo de fantasía, el de las series de televisión en donde los que se dedicaban a la delincuencia viven en residencias de lujo, carros de lujo, yates, ropa de marca, alhajas, muchachas, muchachos guapos. Ese estilo de vida era lo que se proyectaba.
Entonces, dijimos: Vamos a dar a conocer la otra cara de la moneda, el sufrimiento que produce la drogadicción, el sufrimiento a los jóvenes con estas drogas ahora que destruyen, que les quitan la vida a los jóvenes de manera rápida, temprana.
El sufrimiento de las familias, de las madres. Ustedes saben que no hay ninguna mamá -hasta ahora no conozco- que acepte que su hijo es culpable de un hecho ilícito; siempre las madres, por ese amor sublime a los hijos, hablan que le fabricaron un delito, lo calumniaron, lo acusaron por envidia, por mala fe, y ahí andan pidiendo apoyo para liberar a sus hijos que están en la cárcel. Los que pierden la vida, también jóvenes. Entonces, mucho sufrimiento.
Dijimos: Vamos también a mostrar esto, lo que daña el fentanilo, el cristal, cómo elaboran esas drogas hasta con raticidas, y vamos a utilizar todo el tiempo en radio, en televisión que tenemos, lo que se contrata de publicidad dirigido a eso; y los tiempos oficiales a lo mismo, a informar, a orientar.
No se puede -lo decía hoy- transformar una realidad si no se conoce. Primero vamos a informar, vamos a socializar la información, que todos sepamos de qué se trata y que todos ayudemos a enfrentar el problema.
Bueno, así estaba el plan: bienestar y la campaña de información, de orientación, de concientización; pero nos preguntamos: ¿Y qué va a suceder cuando se eche a andar la campaña y los jóvenes quieran atención, demanden atención?, ¿en dónde se les va a atender?
Y empezamos a hacer un recuento de los espacios, de organismos que existen de la sociedad civil en el gobierno y nos encontramos con una gran carencia de sitios especializados para atender a los jóvenes, muy pocos.
Entonces, eso nos llevó a detener la campaña hasta tener una infraestructura básica, porque imagínense lo irresponsable de iniciar una campaña que va a requerir atender a los jóvenes, porque va a haber más demanda y no vamos a tener en dónde hacerlo.
Por eso se detuvo la campaña un tiempo y ahora ya se cuenta, estamos empezando con una infraestructura básica, que no había, pero nos encontramos de que existe esta organización, ejemplar, lo mejor que hay de las organizaciones de la sociedad civil. Por eso celebro el que estemos trabajando de manera conjunta, ahora sí que juntos por la paz.
Y agradecerles mucho. Yo sé que se sienten muy orgullosos por lo que hacen, es una dicha enorme, esa es la verdadera felicidad. Siempre lo digo, la felicidad no es acumular bienes materiales, riquezas, fama, títulos; la verdadera felicidad es estar bien con uno mismo, estar bien con nuestra conciencia, y estar bien con el prójimo, y eso es lo que ustedes hacen.
Muchas gracias por su apoyo. Y vamos juntos. Y también yo me sumo a las felicitaciones a la señora Kena Moreno. Muchas gracias a todas, a todos ustedes.
Me gustaría que periódicamente nos reuniéramos aquí, en este Palacio Nacional, para evaluar, porque aquí el doctor nos dio cifras sobre incremento en consumo de marihuana y de otras sustancias.
A ver, con el trabajo que vamos a realizar de manera conjunta, porque yo soy optimista, hoy lo dije también en la mañana, creo que vamos a tener éxito con esta acción, porque tenemos todavía una gran reserva de valores, culturales, morales, espirituales en nuestras familias, en nuestros pueblos. Por eso ha resistido nuestro pueblo todas las calamidades por esos valores.
Entonces, sé que vamos a poder salir adelante con este plan y que vamos a poder evaluar y que vamos a disminuir el consumo de drogas, y que vamos a estar evaluando.
Así como tenemos estos datos, que podamos -si les parece- en un año volvernos a encontrar y hacer una evaluación, un corte, decir: A ver, empezamos, ya se ha moderado el consumo, se ha detenido, lo hemos disminuido o necesitamos más, mucho más esfuerzo y que cada año lo hagamos aquí con ustedes.
Y muchas gracias de todo corazón.
Muchas gracias.
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