martes, 16 de agosto de 2022

Ciudad perdida


En el Issste, tres décadas de saqueo

M

uy pronto, tal vez en alguno de los días que le restan a esta semana, el gobierno federal dará a conocer qué fue lo que pasó en el Issste durante las tres décadas pasadas, cuál es su condición actual y qué se propone para salvar la situación.

Al final del gobierno de Enrique Peña, cuando el organismo cayó en manos del priísta José Reyes Baeza, ya se acusaba una situación más que difícil para el Issste, tanto que el mismo ex gobernador de Chihuahua acudió a la entonces Procuraduría General de la República (PGR) para denunciar el saqueo de que había sido objeto el organismo.

Curiosamente, la denuncia tuvo que ver con la desaparición de entre cinco o 15 millones de medicamentos usados para la lucha contra el cáncer de todo tipo, y aunque hemos preguntado por ahí, muy poca gente se acuerda del asunto y nadie sabe de protestas callejeras para apoyar la denuncia del político.

Y no era todo, también se habló en aquel entonces de que se tenían pérdidas por la caducidad de medicamentos que llegaban hasta 200 millones de pesos.

Para aquel momento lo que sucedía en el Issste resultaba indignante, los datos que señalaban el tamaño de la podredumbre se multiplicaban. El 14 de enero de 2019, recién iniciado el gobierno de la 4T, en el barrio de San Bruno, en Xalapa, Veracruz, se detectó la falta de cloro, jabón, jeringas, gasas, catéteres, baumanómetros, estetoscopios, alcohol y hasta gasolina para las ambulancias.

Por fin la amenaza de una suspensión del pago de pensiones también fue agravando la situación, que se volvió insoportable, por lo que hallar una solución que permitiera dar oxígeno a la institución creada para dar servicios, principalmente de salud, a los trabajadores del gobierno, se convirtió en una tarea impostergable.

¿Qué hacer con el Issste? La respuesta es lo que se espera obtener en un breve lapso, y eso significa poner sobre la mesa el cúmulo de ilegalidades que se dieron en la institución. El organismo vive hoy un momento de emergencia donde todo lo que tenía que ver con sus servicios se subrogaron.

En los hechos, para los muy bien enterados el Issste se privatizó; en todas sus funciones los faltantes tuvieron que ser solventados por quienes solicitaban los servicios o por sus familiares, quienes debían acudir a las empresas, desde farmacias hasta laboratorios, o a los distribuidores de dispositivos médicos para situaciones especiales. Nada había en el Issste.

La información que en breve se presentará podrá descubrirnos una etapa más de los malos manejos a los que se sometió a las instituciones de gobierno en un intento rapaz por terminar con ellas. Ásperas están las cosas.

De pasadita

Hace cinco años perdió la vida nuestro amigo y colega Jaime Avilés, pero la memoria de su trabajo persiste.

Sus denuncias cargadas de reflexión, siempre a favor de quienes menos tienen, siguen vigentes. Baste recordar aquellas notas en las que con la denuncia de la hoy jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, se descubrían los manejos de Hildebrando Zavala en el fraude de 2006.

Así se puso al descubierto que el cuñado de Felipe Calderón, Hildebrando, no hay que olvidarlo, fue el que recibió el contrato del IFE para dotar al organismo del método para contar los votos de la elección que ganó Calderón. La noticia de aquel momento y otras que le siguieron sobre el mismo asunto se dieron bajo la firma de Jaime, así que vaya, hasta donde esté, el abrazo y reconocimiento para un grande de nuestro oficio.

ciudadperdida_2000@yahoo.com.mx

ciudadangel@hotmail.com

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