lunes, 22 de julio de 2013

El reducto zeta

La voz del pueblo el "Z-40" se entregó

 Entrada a los llanos del estepario del noresteFoto Sanjuana Martínez
¡¡Exijamos lo Imposible!! 
La Jornada
El reducto zeta
 
Ver y callar, ley no escrita en Anáhuacdonde cayó El Z-40

Miguel Ángel Treviño Morales por aquí se paseaba tan tranquilo sin hacer problemas

La llegada de militares no detiene el ritmo trepidante de quienes viven a salto de mata
Sanjuana Martínez 
Especial para La Jornada

AnáhuacNL.
Esta regiónconocida como los llanos del estepario del noreste es estratégica para el trasiego de droga a Estados Unidos y también es territorioescondite y semillero zeta.

Los jefes de la letra se apropiaron de estas llanuras desérticas llenas de brechas donde ubican su centro de operaciones y campos de entrenamientoAl norte limita con Laredo,Texasy Nuevo Laredo, al poniente con Juárez, Coahuila, y al oriente con Guerrero,Tamaulipas.

Por los alrededores han capturado o abatido a importantes responsables de esta organización criminalcomo Heriberto Laz­cano LazcanoEl Lazca; Salvador Alfonso MartínezLa ArdillaCristóbal Flores LópezEl Golón, y otros de los 23 zetas fundadores.La última detención de una célula la hizo la Marina cuando capturó a 19 integrantes en un rancho de la carretera a Colombiaen este municipio ubicado a 200 kilómetros deMonterrey.

Aquí está el nidola mera mata, el semilleroel esconditepuesdice sin temor a equivocarse Ramón Garza, el taxista del pueblo en los últimos 56 añosEl Z-40 por aquí se paseaba tan tranquilo sin hacer problemasDicen que tiene un rancho por la laguna Salinillasal rato lo vemos otra vez por aquí. Allí están la mujer y los hijostambién la mujer de La Barbie, dice refiriéndose a Édgar Valdés Villarrealarrestado el 30 de agosto de 2010.

La captura del máximo líder del cartel de Los Zetas, Miguel Ángel Treviño Morales, en este municipioha causado revueloAquí todo mundo se conoceA los de la última letrase les identifica fácilmente por sus trocas último modelo y su prepotencia.
La captura

El Z-40 andaba por estos caminos de terracería evadiendo los retenes del Ejército y la Armada de México con total facilidadNadie escuchó el helicóptero que los marinos usaron para detener la camioneta pick-up en que viajaba con sus dos escoltasAbdón Federico Rodríguez García y Ernesto Reyes García, también detenidos sin disparar un tiro.

Tampoco han visto el dron, avión no tripulado, propiedad de las agencias estadunidenses quesegún la Marinafue utilizado para detectar el traslado del capo mediante equipos de intercepción telefónica denominados Finfisher/Finspy y Hunter Punta Tracking/Locksys.

Lo cierto es que en la plaza principal de este “nido zetalos halcones al servicio de la letra, casi todos en bicicleta y algunos a caballodan cuenta de los recién llegados,forasterosintrusos que se atreven a pisar la guarida, el santuario de los últimos siete añosa veces profanado.

En estos días han llegado más de 200 elementos de seguridadentre militares, marinos ypolicías estatales y municipales. Aun asíno se detiene el ritmo trepidante de quienes han elegido vivir a salto de mata entre los tres estados que confluyen aquí.

“Estos son los corredores de ellos, por aquí se van para MonclovaPiedras Negras,Nuevo LaredoSan FernandoMonterrey... El Z-40 ya tenía años por aquí, paseando por la Salinillaal ladoen Progresole mataron al Lazca y luego aquí mismo detuvieron alGolón... Estamos en el puntoni modonos tocó”dice Enrique Martínez, comerciante nacido en este lugar.

Ese se entregóya estaba cansado, por más millones de dólares que tengan no son felices¿Creen que metiéndolo en la cárcel se termina el problema? Esto no se acaba.Detienen 20 y salen 200es como un hormigueroAquí estamos nosotros para dar fe,dice otro comerciante frente a la plaza principal.

La vida en Anáhuac, como en la mayoría de los pueblos en el noreste de México, cambió drásticamente con la llegada de Los Zetas. Aquí se dormía con la puerta abiertase caminaba de noche para trasladarse de un municipio a otro y la gente paseaba por las calles plazas hasta la madrugada.

Cuando el territorio empezó a ser disputado al cártel del Golfo, Los Zetas impusieron su leySecuestros y matanzas como la de los 265 migrantes en San Fernando,Tamaulipas, o los 49 torsos de CadereytaNuevo León sembraron el terror.

El Z-40 tiene en su contra siete órdenes de aprehensión está incluido en 12averiguaciones previas por delincuencia organizadahomicidio, ilícitos contra la salud,tortura, lavado de dinero y portación de armas de uso exclusivo de las fuerzas armadas,entre otrosNació en Nuevo LaredoTamaulipasen 1973Su madre aún vive. Según la MarinaTreviño Morales iba a ver a su hijo recién nacido a LaredoTexascuando fue detenidoParte de la población de esta frontera vive entre México y Estados Unidos;tienen familia, trabajo y estudios.
Su poder se extendía a toda la regiónCompró voluntades, silencios y complicidadesEn este pueblocomo en tantos otros, no hubo seguridad pública durante mesesEl añopasado una docena de policías fueron detenidos por su connivencia con Los Zetas,incluidos el secretario de seguridad pública municipalRubén Múzquiz Riojasasí como el director de policíaJesús Mario Mata Hernándezy el agente municipal Juan Jesús Méndez Rodríguez.

El Z-40 pagaba 40 mil pesos quincenales al titular de seguridad públicasegún las autoridades de Nuevo Leónaunque el ex alcalde panista Santos Javier Garza García defendió a los detenidos calificándolos de excelentes servidores públicos.

La célula zeta de los jefes policiacos de Anáhuac estaba compuesta por otros sieteintegrantes que confesaron una serie de crímenesContaron que incineraban con diesely leña los cuerpos en dos ranchosLas autoridades acudieron a los lugares para confirmar que había restos óseos parcialmente calcinados de un agricultor de Anáhuacidentificado como Óscar Gonzálezasí como otros cinco de sus familiaresy el de un comerciante de 53 años y tres personas más.

Ya tenemos policíasNo sabemos si son buenospero por lo menos corrieron a todos los anterioresLos demás siguen en la cárcelMás allá de la inseguridadlo que la gente del pueblo quiere es trabajardice un joven vendedor de gorras en un negocio de videojuegos.

En el noreste del país la actividad productiva fue disminuyendo paulatinamente con la inseguridadEl campo quedó arrasado con el robo de ranchos y tierras de cultivoAquí se acabaron prácticamente la ganadería y la agriculturaNo tenemos aguase acabó la Salinilla y la MartinEstos señores terminaron con todo. Las presas están secas y el gobierno ignora la situación, dice uno de los pocos ganaderos que quedan en la zona.

Del trasiego de droga a Estados Unidos se pasó al consumo local. La cocaína la mariguana abundanse venden en cualquier esquinaTanto el narcomenudeo como elhalconeo están estrechamente vigilados por los lugartenientes del Z-40.

Aquí vienen y se sientan en la mesa los halconcillos, casi todos chamacos de 15 a 18 años. Hay también muchachasMe da mucha pena verlos cómo los envician tan chiquillosSe drogan con piedra andan con los celulares y nomás ven al Ejército o la Marina y se esconden para dar aviso¿Qué hago?.. ¡No los puedo correr!”dice Gerardo, dueño de uno de los restaurantes del pueblo.

Un retén militar fue instalado en la garita de la aduanapero la Marina tiene puestos de control en el camino de terracería al lado de la carretera la Ribereña con dirección aPiedras NegrasCoahuila, y uno más en dirección a ReynosaTamaulipasaunque la presencia de las fuerzas armadas no es permanente.

Fueron los puestos de control lo que permitió detener al Z-40, según la MarinaEso ya estaba arregladodice Jacinto Floresmientras descansa en una banca de la plaza. “Ellos me han parado varias vecesTienen retenes donde quieraDe buenas a primeras nomás me preguntan‘¿adónde va?’ y me dicen ‘pásele’, pero el día que no ¿qué pasará? Aquí vivimos a puro tirónEs tierra de nadieEstá duro, tiranteSe acabó todo,nomás nos quedó el puro mugreroVivimos en el miedohay temor hasta para salir de casa”.

La ley no escrita de este pueblo es ver y callarLa dueña de un negocio de acumuladores prefiere no hablar sobre el Z-40. Un cliente que está a punto de terminar su compra intervieneHay puro montebrechas sin control, todo muy lejano, propicio para el negocio de ellos. Por eso nadie se mete. ¿La detención? Eso es mentira, el pelado se entregó. El pobre se quiso entregar, andaba sufriendo muchoEn su mente sólo podía pensar una cosaque lo iban a matarEstaba todo preparado.

La pax del narco se sienteLa soledad de la carretera coincide con la tranquilidad de un pueblo sometidoRaymundo vende aguas frescas en la plazaTodos andan por aquía lo mejor les vendo raspados¿Cómo sé quiénes son? Lo único que tenemos claro es que esta es su cabecera y seguirá siéndoloDios nos ha de ayudar.

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