sábado, 27 de julio de 2013

México SA

EU: motor desconchinflado
FMI: recuperación débil
Luis Téllez: falla de software
Carlos Fernández-Vega
S
i el gobierno peñanietista y el sector empresarial saben contar, pues simplemente que no cuenten con la economía estadunidense como motor de crecimiento interno, porque aquella, de plano, no levanta y mucho menos resuelve los problemas que impulsaron el estallido de la crisis que sacudió al planeta. De hecho, en el último sexenio la otrora envidiada economía del vecino del norte a duras penas creció a una tasa promedio anual de 0.66 por ciento, mientras que en igual periodo la deuda de aquel país se incrementó la friolera de 35 puntos porcentuales, hasta representar casi 110 por ciento del producto interno bruto.
Cómo estará la cosa, que hasta el Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte que la recuperación de Estados Unidos siguió siendo débil, con un crecimiento moderado del PIB de 2.2 por ciento en 2012 debido a las secuelas de la crisis financiera, la reducción del déficit presupuestario, la debilidad de las condiciones externas y los efectos transitorios de fenómenos meteorológicos extremos.
Pero no sólo el año pasado, pues el FMI subraya que si bien las autoridades en el Congreso evitaron el abismo fiscal a comienzos de 2013, la expiración del plazo del recorte del impuesto sobre la nómina y la implementación de reducciones generales del gasto están frenando significativamente el crecimiento este año, con un avance en el primer trimestre de 2013 de 1.8 por ciento e indicadores que apuntan a un crecimiento más lento en el segundo trimestre, es decir, justo cuando el gobierno mexicano asegura que la situación mejorará sustancialmente.
El organismo financiero elaboró un informe sobre la perspectiva económica estadunidense, y sobre el particular advierte que las condiciones financieras se han tornado algo más restrictivas desde mediados de mayo de 2013, después de que la Reserva Federal indicara que podría reducir sus compras de activos más adelante en el año. Si bien se espera que el rápido ritmo de consolidación fiscal mantenga el crecimiento en un nivel moderado de 1.7 por ciento en 2013, se prevé que la actividad económica se acelerará a 2.7 por ciento en 2014, a medida que disminuya la carga fiscal y continúen disipándose las consecuencias negativas de la crisis financiera, o lo que es lo mismo, lo que desde 2009 se espera, pero sin resultados.
Los riesgos para las perspectivas parecen estar levemente inclinados a la baja, señala el organismo, pero reconoce que la actividad económica podría ser más floja que la de nuestro escenario base en vista de un impacto mayor de lo proyectado de la consolidación fiscal, un aumento de las tasas de interés más rápido del previsto, condiciones externas más débiles o un mayor nivel de desempleo estructural. En cambio, la recuperación podría ser más vigorosa de lo previsto si el repunte del mercado inmobiliario provocara una interacción positiva entre los precios más altos de los inmuebles, las condiciones hipotecarias más favorables y un consumo y una inversión más fuertes.
Los analistas del FMI consideran que la reducción del déficit fiscal en 2013 es demasiado rápida y que los recortes automáticos del gasto no sólo reducen el crecimiento a corto plazo, sino que podrían atenuar el crecimiento potencial a mediano plazo y destacaron la importancia de adoptar un plan integral a mediano plazo, con el grueso de las medidas concentradas un periodo posterior, que prevea un menor crecimiento del gasto en prestaciones sociales y mayores ingresos. Junto con un ritmo más moderado de reducción del déficit a corto plazo, esta estrategia fiscal ayudaría a sustentar el crecimiento mundial, encauzar la posición fiscal de Estados Unidos en una trayectoria sustentable a mediano plazo y facilitar la reducción de los desequilibrios mundiales.
En términos generales, apuntan, la política monetaria laxa sigue brindado apoyo esencial a la recuperación, pero debe evaluarse detenidamente sus implicaciones para la estabilidad financiera. Un período largo de tasas de interés excepcionalmente bajas podría tener consecuencias no deseadas para la estabilidad financiera interna, además de que ha complicado el entorno de las políticas macroeconómicas en algunos mercados emergentes. Una sólida vigilancia y supervisión del sistema financiero sigue siendo esencial.
En este contexto, los analistas del FMI indicaron que si bien el sistema bancario estadunidense goza de una mejor salud que el año pasado, es necesario vigilar de cerca las vulnerabilidades y los riesgos emergentes derivados del nivel persistentemente bajo de las tasas de interés en el sector financiero, e insisten en que llevar a término el programa de reforma financiera, pues sigue siendo esencial para incrementar la capacidad de resistencia del sistema financiero de Estados Unidos, así como, al mismo tiempo, reducir el riesgo de fragmentación regulatoria a escala internacional y minimizar los efectos de contagio negativos.
El déficit en cuenta corriente ha disminuido, pero la posición externa de Estados Unidos sigue siendo más débil de lo que justifican los fundamentos económicos y las políticas aconsejables. Una reducción gradual pero sostenida del déficit fiscal, junto con un afianzamiento del crecimiento en países socios, ayudaría a lograr el fortalecimiento recomendado de la cuenta corriente.
En fin, el motor económico de la dependiente economía mexicana sigue echando chispas, con las conocidas y padecidas consecuencias negativas para su vecino del sur.
Las rebanadas del pastel
Parece que el estado de ánimo de Luis Téllez se encuentra en un nivel similar al del entorno cibernético de la Bolsa Mexicana de Valores, que preside: la tecnología no tiene palabra y el software puede tener problemas, según reconoció días atrás, en referencia al mercado accionario nacional. Pues bien, todo indica que él mismo reporta fallas de software, pues no sólo contrató a José María Córdoba Montoya como su asesor (a mucha honra, dijo), sino que agredió verbalmente al reportero que lo consultó sobre el particular (y a usted qué le importa, espetó al ser inquirido sobre el otrora poderoso consejero de Carlos Salinas, personaje éste al que Téllez acusó derobarse la partida secreta, y si eso sucedió Córdoba Montoya debió ser testigo, cuando menos; la nota es de Israel Rodríguez)… Va mi agradecimiento a Eduardo del Río Holguín, Francisco Trofimoff y al delegado Josefat Esteban Vázquez, todos ellos funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores, por su generosa ayuda y atención.
Twitter: @cafevega

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