viernes, 25 de noviembre de 2016

Astillero

 Un compadre de diván (político)
 Luis Miranda: intolerante y opaco
 Siquiatra mexiquense
 Notable prosperidad económica
Julio Hernández López
Foto
"100 WOMEN, MUJERES EN VOZ ALTA". Con debates, exhibiciones y actividades musicales y humorísticas se realizó en la Ciudad de México el festival 100 women, mujeres en voz alta, organizado por la BBC de Londres por primera vez fuera de Reino Unido, con la finalidad de mostrar los logros y desafíos de este sector de la población, en un mundo donde aún dominan los hombresFoto José Antonio López
L
a historia política de Luis Enrique Miranda Nava, el encumbrado compadre de Enrique Peña Nieto, bien merecería un diván de siquiatría política (y ciertas indagaciones firmes, de índole pecuniaria). Próspero a la sombra de Arturo Montiel Rojas y del citado Peña Nieto en las administraciones priístas del estado de México, saltó al escenario nacional con el avance de ese equipo hacia Los Pinos y se mostró como un personaje políticamente sombrío, retorcido, amenazante en varias ocasiones.
Este miércoles, al comparecer ante diputados federales, no pudo contener su verdadera naturaleza: confrontado con autoridad académica por Araceli Damián, legisladora llegada a San Lázaro a nombre de Morena, causó asombro por los desgarbados términos que utilizó para contestar a una representante popular que le demandaba información, claridad y que se pusiera a estudiar los temas de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) que ahora le corresponden: Y sí me falta estudiar. Desgraciadamente no estudié siquiatría, para entenderla a usted, pero eso es otra cosa. El episodio obligó a que el miembro del gabinete peñista ofreciera disculpas, siempre armado de una retórica de escasos recursos, enredada, limitada, tal vez (para mantener la línea de siquiatría política por él iniciada) delatora de un pensamiento poco claro y de graves deformaciones prácticas.
La historia del compadre de diván (Luis Divanda) es la de un mero operador político bajo consignas, siempre dispuesto a cumplir las órdenes facciosas del superior. Este miércoles, cuando se le mencionó en San Lázaro esa característica, el titular de Sedesol aceptó, socarronamente: hay operadores de camiones, operadores sociales y operadores electorales. Además, reconoció retadoramente, ante la misma Araceli Damián: ser operador político, no creo que es malo; me parece que usted también lo es.
Este operador electoral del actual gobierno federal empezó su carrera política con el entonces gobernador Montiel Rojas, con quien llegó a ser ni más ni menos que secretario de administración y finanzas. En 2006 fue postulado por el PRI como candidato a la presidencia municipal de Toluca, pero lo derrotó el panista Juan Rodolfo Sánchez Gómez, quien obtuvo la más alta votación para Acción Nacional en ese tipo de comicios en la capital del estado de México. Contra lo que se ha convertido casi en regla, Sánchez Gómez no buscó ser candidato a diputado federal y se sostuvo en la presidencia municipal, terminando completo su mandato.
Al derrotado Miranda Nava le esperaba la mano auxiliadora de Peña Nieto, ya como gobernador, pues lo nombró subsecretario de Gobierno y, a la salida de Humberto Benítez Treviño, quedó como secretario general de Gobierno. Amigo personal de Peña Nieto, privilegiado acompañante en sesiones de golf, subió en elevador en la política nacional: vicecoordinador de asuntos políticos en el equipo de transición de EPN en 2012; luego, subsecretario de Gobernación encargado de los asuntos más delicados (profesores, jornaleros agrícolas y estudiantes del Politécnico, entre muchos otros), con línea directa con el compadre de Los Pinos y con relativa autonomía respecto a Miguel Ángel Osorio Chong en Bucareli. De ahí, a la Secretaría de Desarrollo Social, a repartir despensas y dosificar asistencialismo en los estados donde el año entrante habrá elecciones de gobernador: Coahuila, Nayarit y… desde luego, el estado de México.
La intolerancia de Miranda Nava ya había sido conocida en 2009, durante una comparecencia ante diputados del estado de México. Uno de ellos, el panista Jorge Inzunza Armas, mostró el libro Si yo fuera presidente, del periodista Jenaro Villamil, en el que se menciona el monto de la publicidad contratada por el gobierno estatal para promoción de su titular, y la disparidad entre lo erogado y las tarifas usuales en ese tipo de contrataciones. Entonces secretario general de Gobierno, Miranda Nava respondió en la tribuna: Yo no acostumbro leer ese tipo de libros, por salud mental.Si esa información la tiene ahí, quiero decirle que hay mejores libros para leer. Y fue todo (en video: http://bit.ly/2glQCa9).
Otras perlas del Primer Compadre del País (PCP): “Así como se parten la madre los migrantes, pártanle la madre a aquellos malos que quieren venir aquí a su pueblo a quitarles el orden, la paz y los beneficios… No dejen que los malos lleguen aquí; no dejen que este estado se convierta en algo que no quieren”: Querétaro, 20 de septiembre de este año (video: https://goo.gl/W1jLrl); en abril de 2015 aseguró tajante que en quince días estarían resueltas las exigencias de jornaleros agrícolas de San Quintín, Baja California, a quienes luego dejó plantados en mayo y, entre amenazas, incumplimientos y favoritismo a los empresarios, generó una crisis violenta que causó muertos y heridos (video: http://bit.ly/2g8DT82).
Otros momentos cumbres de Miranda Nava: fue firmante del insólito pacto entre la administración calderonista, el PRI y el gobierno estatal de Peña Nieto para impedir una alianza electoral entre PAN y PRD, a cambio de que el partido tricolor apoyara en el Congreso la Ley Federal de Ingresos para 2011 (http://bit.ly/2fWi3Xl); no ha aceptado hacer pública su declaración patrimonial como servidor público (http://bit.ly/2fWa0Kl) y, mientras tanto, aumentan las versiones de un enriquecimiento exagerado, sobre todo en inversiones inmobiliarias: en 2015, Proceso publicó que Miranda estaba por construir una mansión en Sierra Ventana 300. El terreno tiene un valor estimado de 55 millones de pesos. Es la esposa de Miranda y no él la que aparece en cada operación relacionada con la propiedad, cuya superficie alcanza mil 693 metros cuadrados.
Cuando lo nombraron titular de Sedesol, Maritza Díaz, madre de un hijo de EPN fuera de matrimonio y conocedora de los entretelones de ese grupo, tuiteó: “Cómo le va hacer @LuisMirandaNava? Si para ir al salón de belleza a cortarse y depilarse llega con 4 camionetas y 15 personas de seguridad?” Política de diván. ¡Hasta el próximo lunes!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
 Un compadre de diván (político)
 Luis Miranda: intolerante y opaco
 Siquiatra mexiquense
 Notable prosperidad económica
Julio Hernández López
Foto
"100 WOMEN, MUJERES EN VOZ ALTA". Con debates, exhibiciones y actividades musicales y humorísticas se realizó en la Ciudad de México el festival 100 women, mujeres en voz alta, organizado por la BBC de Londres por primera vez fuera de Reino Unido, con la finalidad de mostrar los logros y desafíos de este sector de la población, en un mundo donde aún dominan los hombresFoto José Antonio López
L
a historia política de Luis Enrique Miranda Nava, el encumbrado compadre de Enrique Peña Nieto, bien merecería un diván de siquiatría política (y ciertas indagaciones firmes, de índole pecuniaria). Próspero a la sombra de Arturo Montiel Rojas y del citado Peña Nieto en las administraciones priístas del estado de México, saltó al escenario nacional con el avance de ese equipo hacia Los Pinos y se mostró como un personaje políticamente sombrío, retorcido, amenazante en varias ocasiones.
Este miércoles, al comparecer ante diputados federales, no pudo contener su verdadera naturaleza: confrontado con autoridad académica por Araceli Damián, legisladora llegada a San Lázaro a nombre de Morena, causó asombro por los desgarbados términos que utilizó para contestar a una representante popular que le demandaba información, claridad y que se pusiera a estudiar los temas de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) que ahora le corresponden: Y sí me falta estudiar. Desgraciadamente no estudié siquiatría, para entenderla a usted, pero eso es otra cosa. El episodio obligó a que el miembro del gabinete peñista ofreciera disculpas, siempre armado de una retórica de escasos recursos, enredada, limitada, tal vez (para mantener la línea de siquiatría política por él iniciada) delatora de un pensamiento poco claro y de graves deformaciones prácticas.
La historia del compadre de diván (Luis Divanda) es la de un mero operador político bajo consignas, siempre dispuesto a cumplir las órdenes facciosas del superior. Este miércoles, cuando se le mencionó en San Lázaro esa característica, el titular de Sedesol aceptó, socarronamente: hay operadores de camiones, operadores sociales y operadores electorales. Además, reconoció retadoramente, ante la misma Araceli Damián: ser operador político, no creo que es malo; me parece que usted también lo es.
Este operador electoral del actual gobierno federal empezó su carrera política con el entonces gobernador Montiel Rojas, con quien llegó a ser ni más ni menos que secretario de administración y finanzas. En 2006 fue postulado por el PRI como candidato a la presidencia municipal de Toluca, pero lo derrotó el panista Juan Rodolfo Sánchez Gómez, quien obtuvo la más alta votación para Acción Nacional en ese tipo de comicios en la capital del estado de México. Contra lo que se ha convertido casi en regla, Sánchez Gómez no buscó ser candidato a diputado federal y se sostuvo en la presidencia municipal, terminando completo su mandato.
Al derrotado Miranda Nava le esperaba la mano auxiliadora de Peña Nieto, ya como gobernador, pues lo nombró subsecretario de Gobierno y, a la salida de Humberto Benítez Treviño, quedó como secretario general de Gobierno. Amigo personal de Peña Nieto, privilegiado acompañante en sesiones de golf, subió en elevador en la política nacional: vicecoordinador de asuntos políticos en el equipo de transición de EPN en 2012; luego, subsecretario de Gobernación encargado de los asuntos más delicados (profesores, jornaleros agrícolas y estudiantes del Politécnico, entre muchos otros), con línea directa con el compadre de Los Pinos y con relativa autonomía respecto a Miguel Ángel Osorio Chong en Bucareli. De ahí, a la Secretaría de Desarrollo Social, a repartir despensas y dosificar asistencialismo en los estados donde el año entrante habrá elecciones de gobernador: Coahuila, Nayarit y… desde luego, el estado de México.
La intolerancia de Miranda Nava ya había sido conocida en 2009, durante una comparecencia ante diputados del estado de México. Uno de ellos, el panista Jorge Inzunza Armas, mostró el libro Si yo fuera presidente, del periodista Jenaro Villamil, en el que se menciona el monto de la publicidad contratada por el gobierno estatal para promoción de su titular, y la disparidad entre lo erogado y las tarifas usuales en ese tipo de contrataciones. Entonces secretario general de Gobierno, Miranda Nava respondió en la tribuna: Yo no acostumbro leer ese tipo de libros, por salud mental.Si esa información la tiene ahí, quiero decirle que hay mejores libros para leer. Y fue todo (en video: http://bit.ly/2glQCa9).
Otras perlas del Primer Compadre del País (PCP): “Así como se parten la madre los migrantes, pártanle la madre a aquellos malos que quieren venir aquí a su pueblo a quitarles el orden, la paz y los beneficios… No dejen que los malos lleguen aquí; no dejen que este estado se convierta en algo que no quieren”: Querétaro, 20 de septiembre de este año (video: https://goo.gl/W1jLrl); en abril de 2015 aseguró tajante que en quince días estarían resueltas las exigencias de jornaleros agrícolas de San Quintín, Baja California, a quienes luego dejó plantados en mayo y, entre amenazas, incumplimientos y favoritismo a los empresarios, generó una crisis violenta que causó muertos y heridos (video: http://bit.ly/2g8DT82).
Otros momentos cumbres de Miranda Nava: fue firmante del insólito pacto entre la administración calderonista, el PRI y el gobierno estatal de Peña Nieto para impedir una alianza electoral entre PAN y PRD, a cambio de que el partido tricolor apoyara en el Congreso la Ley Federal de Ingresos para 2011 (http://bit.ly/2fWi3Xl); no ha aceptado hacer pública su declaración patrimonial como servidor público (http://bit.ly/2fWa0Kl) y, mientras tanto, aumentan las versiones de un enriquecimiento exagerado, sobre todo en inversiones inmobiliarias: en 2015, Proceso publicó que Miranda estaba por construir una mansión en Sierra Ventana 300. El terreno tiene un valor estimado de 55 millones de pesos. Es la esposa de Miranda y no él la que aparece en cada operación relacionada con la propiedad, cuya superficie alcanza mil 693 metros cuadrados.
Cuando lo nombraron titular de Sedesol, Maritza Díaz, madre de un hijo de EPN fuera de matrimonio y conocedora de los entretelones de ese grupo, tuiteó: “Cómo le va hacer @LuisMirandaNava? Si para ir al salón de belleza a cortarse y depilarse llega con 4 camionetas y 15 personas de seguridad?” Política de diván. ¡Hasta el próximo lunes!
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