Cuba: paso a pasito
¿Cambios en la isla?
México: otro recorte
Carlos Fernández-Vega
T
ras la muerte de Fidel Castro hay quienes suponen que Cuba entraría en una espiral de cambios económicos que llevaría a la isla a una
gran aperturaen ese sector, pero sin alterar el esquema político y social. No termina de cuajar el presunto
acercamientopromovido por Barack Obama (al bloqueo no se le ha tocado una coma), pero no faltan los entusiastas que, sin más, en él ven
el inicio de una nueva época.
El tiempo lo perfilará, pero en vía de mientras, ¿cuáles son el recuento y la perspectiva para la isla? La Cepal (Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe 2016) los presenta de la siguiente forma. Va, pues.
Para 2016, se estima una tasa de crecimiento del PIB de Cuba de 0.4 por ciento. Ha sido un año particularmente difícil para la economía isleña, ante un entorno internacional caracterizado por un todavía bajo crecimiento económico y el continuado debilitamiento del comercio exterior como su motor. Se espera un déficit fiscal de 6 por ciento (contra 5.8 en 2015).
En el presente año se mantendría el superávit en la balanza de cuenta corriente, pero por un margen reducido, de alrededor de mil 900 millones de dólares. A pesar de aumentos coyunturales de algunos productos agrícolas, el nivel de precios se ha mantenido relativamente estable y para este año se espera que la inflación se ubique en un nivel similar a la del año previo (2.8). El número de ocupados totales ha permanecido sin cambios, con tendencia a la reducción de empleo en el sector estatal y un incremento en el no estatal. La tasa de desempleo se espera que se sitúe en 2.4 por ciento.
El presupuesto de Estado fue elaborado con una tasa de crecimiento económico de 2 por ciento, aún con la ralentización del crecimiento. Como en años recientes, el déficit será financiado mediante la emisión de bonos soberanos con una amortización desde uno hasta 20 años y a una tasa de interés promedio de 2.5 anual.
En 2016 se ha acentuado la política de lograr una mayor eficiencia del gasto público, sin dejar de cubrir las obligaciones fundamentales del Estado en materia de educación, salud y seguridad social. El gobierno anunció durante el segundo semestre del año un recorte de la inversión cercano a 17 por ciento global, respecto de lo planificado inicialmente (la inversión social no se reduce), como una de las medidas para paliar, entre otras cosas, el efecto de los menores envíos de petróleo de Venezuela.
En el mismo periodo, el gobierno activó el cobro del impuesto a los ingresos personales y de la contribución especial a la seguridad social de los trabajadores de empresas estatales, que no solamente reciben su salario base, sino beneficios salariales por el perfeccionamiento empresarial, sistemas de pagos por resultados y la distribución de utilidades. Lo anterior estaba previsto en la Ley 120 del presupuesto del Estado de 2016.
Los diferentes mercados que existen actualmente en Cuba, con precios divergentes y la utilización de dos monedas con diferentes tipos de cambio, dificultan el manejo monetario. El banco central busca balancear la oferta y demanda de las dos monedas, en preparación para la eliminación de la dualidad monetaria.
El crédito, tanto al sector empresarial como a personas naturales, se ha incrementado progresivamente. En el periodo enero-septiembre los créditos a las personas naturales se incrementaron 45.6 por ciento con respecto a igual periodo del año anterior (destaca el dinamismo de la actividad constructiva), mientras el de las personas jurídicas se incrementó 55.4.
En el primer semestre del año el PIB cubano creció uno por ciento en un contexto de disminución de los ingresos por divisas, debido a la caída en el precio internacional del níquel, entre otros factores. Además, a comienzos del segundo semestre se anunció la reducción en el suministro de combustible proveniente de Venezuela (su principal proveedor), por lo que para la segunda mitad del año la economía cubana enfrenta limitaciones adicionales que le impedirán cumplir, entre otras cosas, con el plan de inversiones inicial.
Aunado a lo anterior, si bien el presidente estadunidense, Barack Obama, anunció el levantamiento de algunas restricciones a Cuba, el bloqueo se mantiene vigente e impide que se efectúen transacciones comerciales y financieras, de acuerdo con las normas y prácticas internacionales. No se vislumbra el cese del bloqueo a pesar de su rechazo categórico por parte de la comunidad internacional.
La llegada de turistas y los ingresos por esta actividad continúan su expansión vigorosa; en el primer semestre del año se incrementan 11.7 y 15 por ciento, respectivamente. Sin embargo, la contribución de este sector al ingreso nacional se ve reducida notablemente, pues buena parte de los bienes demandados por los turistas no puede satisfacerse localmente y es necesario importarlos. La balanza de bienes sigue siendo deficitaria y es compensada por el saldo positivo de la balanza de servicios.
La inversión extranjera llega gradualmente, pero el carácter extraterritorial del bloqueo, así como otros problemas internos atribuibles a la ineficiencia doméstica y estructuras económicas que dificultan el logro de una mayor productividad, disminuyen los incentivos para su llegada. No obstante, se espera que en el futuro se convierta en una fuente estratégica de dinamismo económico, sobre todo de la proveniente de Europa ante la firma anunciada el 12 de diciembre del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación entre Cuba y la Unión Europea que pondrá fin a la denominada
posición común, que restringía las relaciones con Cuba.
En 2017 el crecimiento económico comenzará a acelerarse paulatinamente, tomando en cuenta que se regularizarán los envíos de combustible de Venezuela, empujado por los sectores de las telecomunicaciones y el turismo, y en menor medida, por la construcción y la agricultura. Las mejores perspectivas para los precios de níquel y azúcar incrementarán ligeramente los ingresos por divisas. Se espera una expansión del PIB del orden de 0.9 por ciento.
Las rebanadas del pastel
Para cerrar bien el año, de nueva cuenta los 33 grupos de análisis y consultoría económica del sector privado nacional y extranjero consultados permanentemente por el Banco de México recortaron su estimación de crecimiento para el país: a duras penas sería de 2.08 por ciento en 2016, y la perspectiva es que en 2017 llegue, cuando mucho, a 1.6 y a 2.28 en 2018, para un promedio anual en el sexenio de 1.94 por ciento. He allí el
futuro promisorioofrecido por el grupo tricolor que
sí sabe gobernar.
Twitter: @cafevega
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