Pensionissste atraca
ICA: otro
rescate
Consar avala el robo
Carlos Fernández-Vega
M
iserables son las pensiones que reciben los trabajadores de los sectores público y privado, pero su multimillonaria
alcancíade ahorro (por medio de las Afore) está a la disposición de las grandes empresas… aunque estén quebradas.
Se ha destapado un caso más de la inagotable práctica gubernamental de
rescatara los grandes consorcios privados con dinero ajeno (sea mediante el descarado uso de los impuestos para el fin descrito o el ahorro de los trabajadores, a quienes ni siquiera tiene la cortesía de consultar) y, de inmediato, pasar la factura a los dueños originales de esos recursos.
La Jornada lo publicó así: “El fondo de pensiones de los trabajadores del Estado mexicano inyectó más de 400 millones de pesos en la constructora ICA y se convirtió en su mayor accionista cuando la empresa se dirigía a la insolvencia, una inversión que ahora será borrada por un plan de restructuración, según fuentes cercanas al asunto.
“Pensionissste (una empresa del Estado), que maneja unos 195 mil millones de pesos de jubilaciones de trabajadores, adquirió con la transacción una participación de 10 por ciento en ICA (…) A mediados de 2015 (el valor de) las acciones de ICA había caído más de 50 por ciento respecto del año anterior, por un desplome en el peso que elevó su pesada carga de deuda denominada en dólares y un menor gasto del gobierno en infraestructura, que llevó a la empresa a padecer una falta de efectivo.
“A pesar de eso, Pensionissste comenzó a comprar acciones de ICA y gastó unos 400 millones de pesos a un precio promedio cercano a siete pesos por acción (…) ICA, otrora la mayor constructora de México, finalmente dejó de pagar su deuda en diciembre de 2015”, por lo que la empresa
borróel dinero del mencionado
rescate, es decir, no pagará un solo centavo de la generosa
inyecciónde recursos ajenos.
Por si fuera poco, y en el colmo del cinismo, Carlos Ramírez, presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), aseguró que
se examinóla citada compra de acciones, que tal operación financiera
cumplió con las normas vigentesy que fue
una decisión colegiada de la propia Afore.
¿En serio? ¿Las
normas vigentespermiten la compra de acciones de empresas quebradas y las decisiones colegiadas de Pensionissste se toman para que los ahorradores pierdan su ahorro? En todo caso, ¿por qué los directivos de la Afore no utilizaron sus propias utilidades y no el dinero ajeno para
salvara ICA?
¿Quién o quiénes autorizaron el
rescatey la pérdida para los trabajadores? Silencio absoluto, pero el citado personaje justifica el uso de dineros ajenos, porque sus dueños pierden
poquito. Sin embargo, esto no es
pérdida, sino robo descarado.
Dice Carlos Ramírez que la
inversión (léase el robo) apenas representó 0.2 por ciento del portafolio de Pensionissste y en términos del ahorrador significó un costo de 0.1 por ciento del rendimiento, y será la propia Afore que tiene que explicarle a los trabajadores los argumentos por los cuales tomó esa decisión.
Cómodo, el fresco presidente de la Consar se lava las manos y aplica la filosofía de Hilario Ramírez Villanueva, alias Layín, el presidente municipal que dijo: “Robé poquito, porque estaba bien pobre… Nomás le di una rasuradita”. Pero ICA –y el Pensionissste– le dio una rasuradita” al ahorro de los trabajadores.
Una raya más al tigre (ahora que este felino está de moda entre los políticos), en el entendido de que no es la primera vez que el erario o dineros ajenos
salvana ICA. En este sentido, cómo olvidar el
rescatecarretero (cortesía de Ernesto Zedillo), del que dicho consorcio fue uno de los principales beneficiarios (un barril sin fondo que se conoce como Farac, cuyo saldo, al cierre de diciembre pasado, sobrepasó 240 mil millones de pesos).
A pesar de ello, Vicente Fox restituyó las concesiones para carreteras (cortesía de Carlos Salinas) a ICA y le otorgó más, dejando a los mexicanos –condenados a recibir pensiones miserables– el pago de los platos rotos de la
modernizaciónde la red carretera nacional a cargo de los
grandes consorcios.
Pero no sólo las carreteras. Como parte del
rescatebancario (léase Fobaproa), la Concesionaria de Agua de Aguascalientes (Grupo ICA, 55 por ciento de las acciones, y Generale Des Eaux, 45 por ciento). Esta empresa se dedicaba a la operación y mantenimiento de redes de alcantarillado y agua potable, y su capital ascendía a 35 millones y su deuda a 107 millones. Quiebra total.
Pero los genios del Fobaproa decidieron
rescatarla(en realidad al banco acreedor, el español Santander). Como siempre, Nacional Financiera entró al quite e ICA logró un acuerdo… con cargo a los bolsillos de los mexicanos de a pie.
Es interminable el inventario de
rescatesprivados con recursos públicos o totalmente ajenos a los consorcios
salvados. No sólo los bancos reprivatizados en el salinato, sino todo tipo de consorcios que abultaron el número de empresas particulares que se
reconvirtieronen públicas, para reprivatizarse años después y, desde luego, ser
rescatadasuna vez más.
Otras recibieron multimillonarios créditos del Estado –que nunca pagaron– para
salir adelante. En este contexto, cómo olvidar el generoso
financiamientoque el entonces presidente José López Portillo concedió al Grupo Industrial Alfa de Monterrey, cuya cabeza visible era su
gran amigoBernardo Garza Sada.
En 1982, el año de la megacrisis mexicana, López Portillo ordenó a Banobras (un banco del Estado dedicado a financiar obra pública, no
rescatesprivados) otorgar un crédito por 17 mil millones de pesos (algo así como 850 millones de dólares al tipo de cambio de entonces) al Grupo Industrial Alfa, porque éste registraba una crítica situación que rápidamente lo llevaba a la crisis.
Llegó Miguel de la Madrid y con él el inicio de la venta de garaje. A partir de entonces, todos los bienes de la nación terminaron en
manos amigas, nacionales y foráneas (banca, minas, aerolíneas, ingenios azucareros, carreteras, petróleo, electricidad, gas y un larguísimo etcétera).
Pero no fue suficiente, porque muchas de las empresas de la venta de garaje fueron
rescatadaspor el erario. Y cómo no, si tales
salvamentosson jugosos negocios para los funcionarios
rescatadoresy los empresarios
rescatados, porque al final de cuentas se trata de dinero ajeno y roban
poquito, según la Consar.
Las rebanadas del pastel
Así es: pensiones miserables para los dueños del dinero ahorrado y
rescatesmultimillonarios para los amigos de lo ajeno.
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