Un embajador claridoso
La ley de medios
Los recibos de la luz
Enrique Galván Ochoa
El embajador de Estados Unidos, Carlos Pascual, está resultando incómodamente claridoso y con iniciativa propia. En la víspera de la visita de Michelle Obama mandó cerrar el consulado de Nuevo Laredo. No era una señal apropiada esos días, seguramente de Washington le dijeron que lo reabriera de inmediato. Ayer, en Monterrey, dijo lo que todos dicen pero que no se había atrevido a decir un representante diplomático: 1) la narcoviolencia se ha convertido en un factor que desalienta la inversión y 2) algunas empresas de su país están pensando en mudarse a otras tierras. Esto sucedió en la reunión del capítulo Monterrey de Amcham –la Cámara Americana de Comercio–, que hoy preside un mexicano, José Zozaya. Quisieron endulzarle la boca a los asistentes con una información supuestamente optimista: las compañías invertirán este año alrededor de 2,500 millones de dólares. Los que saben de estas cosas se impresionaron con la cifra, solía ser 10 veces mayor hasta fecha reciente. Por otro lado, la consultora Deloitte dio a conocer la décimotercera edición de su Barómetro de Empresas, una encuesta que hace trimestralmente entre los hombres de negocios del país, los más importantes, y de todas las nacionalidades. Revela que ya no es la inflación o las variaciones del precio de la moneda lo que preocupa al sector, sino la inseguridad. En opinión de los ejecutivos, representa por sí sola casi la mitad (48.5%) de los factores que podrían limitar la actividad económica de México en los meses por venir.
Ley de medios
Los colaboradores cercanos al gobernador de Veracruz socarronamente comentan que las razones por las que lo agrede el conductor de Televisa son de mucho peso. (Lo agrede en otros espacios, no en la televisora). Así que cuando Fidel Herrera fue entrevistado con motivo de un importante patrocinio, quitaron al conductor rijoso y pusieron a uno emergente. Le dio trato de “don Fidel” y el camarógrafo presentó el mejor ángulo de un rostro recientemente hojalateado. Es cliente de lujo, no faltaba más. Eso es lo anecdótico, lo importante es analizar cómo una reforma legal que tenía el objetivo de evitar que los funcionarios públicos despilfarraran el presupuesto en propaganda televisiva abrió las puertas a los gobernadores mediante la promoción de sus informes anuales. Para Don Copetone todos los días son de informe, hasta los de Navidad, cuando visita al Papa. Televisa salió ganando y, engallada, ahora sueña con imponerlo como presidente. En el proyecto de ley de medios que se discute estos días en el Senado hay riesgos, algunos probablemente derivan de su extensión. Parece que quisiera abarcar todo para reponer los muchos años en que no se legisló prácticamente en nada. Se propone regular a la televisión, a la radio, a las telecomunicaciones, a Internet. ¿Necesita Internet alguna reglamentación?, o como muchos pensamos, ¿las manos de los políticos y los funcionarios deben seguir lejos del espacio más libre y democrático que ha creado hasta hoy la humanidad? Sin duda tiene aciertos. Uno de ellos es que daría espacio a una tercera cadena de televisión –y una cuarta y una quinta, si hay interesados–, y finalmente sería una realidad la apertura del mercado. Sólo que el primer interesado sería ni más ni menos que Carlos Slim. El hombre más rico del mundo aspira a agregar a su poder económico el poder político de la televisión. ¿No sería la negación de la democratización de los medios que propone la nueva ley? ¿Generaría el efecto colateral de que las futuras elecciones las decidieran entre los Slim y los Azcárraga? Hay que tomar nota de la posición del PRI. El escurridizo Don Beltrone pareciera que quiere hacerla fracasar, que las cosas sigan como están. Como que desea demostrarle a Emilio III que él es el hombre que le serviría mejor a partir de 2012. Por lo pronto, ayer movió a uno de sus chalanes, Carlos Navarrete, a abrir un compás de espera, a fin de darle oportunidad a la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión a que exprese sus opiniones. Vamos a suponer que el proyecto de ley salte la aduana de Don Beltrone y llegue a la Cámara de Diputados. Allá la esperan los diputados de Don Copetone para darle el tiro de gracia.
Asunto: enemigo público
Desde que decretaron la extinción de Luz y Fuerza del Centro he podido observar cómo los recibos de la CFE vienen aumentando desmesuradamente, es decir, van pasando de 400 pesos por bimestre a 800 pesos, y el último a 1,600. Todo esto a pesar de que en los recibos se menciona que la medición de kilovatios sólo es un estimado y no la lectura real que debería ser y que marca el medidor de luz. Me preocupa muchísimo esto, más cuando por la situación del país mis ingresos van disminuyendo por la falta de oportunidades. Ahora resulta que no sólo los monopolios privados te roban, sino que los monopolios estatales están haciendo lo mismo. No cabe duda que sí cumplió la CFE su objetivo de ser una empresa de corrupción a nivel mundial, donde no hay a quien acudir, ya que la línea 071 siempre está ocupada y oficinas no existen. Y ya están procediendo a cortar las líneas de luz. Tal vez nuestro destino sea regresar a la época de iluminarnos a la luz de las velas.
Gil Santome Kau/DF
R: Quisiera saber dónde andan los que aplaudieron el arribo de la compañía de “clase mundial”. Me cansé de decirles que en el norte está considerada como el enemigo público número uno del consumidor.
(Los textos completos aparecen en el foro.)
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