miércoles, 21 de abril de 2010

México SA


Bajan BM y Cepal estimación sobre número de personas que caerán en la pobreza
Pasa de 100 millones a “tan sólo” 64 millones


Tráfico del padrón del IFE

Carlos Fernández-Vega

Con el mayor optimismo posible, y de acuerdo con las estadísticas del Banco Mundial y de la Cepal, la buena noticia” sería que como resultado de la crisis económico-financiera de 2009 el número de personas en el planeta que adicional y obligadamente fueron incorporados a la pobreza en el año referido no llegaría a 100 millones, como el propio organismo financiero estimó en julio pasado, sino a “tan sólo” 64 millones, de los que 13 por ciento, aproximadamente, se concentraría en América Latina, región de por sí resultona en eso de depauperar a sus habitantes, y la mayor parte de ellos en México.
En su más reciente reporte el organismo financiero multilateral subraya que “los efectos de la crisis económica pueden ser costosos y duraderos y dejarán a unas 64 millones de personas en la extrema pobreza en 2009; la crisis financiera iniciada en 2008 y la recesión global han incrementado el desafío de alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (pues) en contraste con el crecimiento récord entre 2000 y 2007, la economía global creció solamente 1.9 por ciento en 2008 y se contrajo 2.2 por ciento en 2009”. Por si alguien lo olvidó, el desplome de la economía mexicana fue de 6.5 por ciento, tres tantos más que el promedio mundial.
En julio de 2009, el Banco Mundial estimó que “la crisis alimentaria provocó un aumento de 100 millones en el número de pobres (mientras) la Comisión Económica para América Latina y el Caribe calculó que 10 millones de ellos correspondían a personas que viven en esta región. La crisis económica provocará que la tasa de pobreza en Latinoamérica aumente este año en 8.3 millones de personas respecto de 2008… Alrededor de la mitad de esas personas que caerán en pobreza en 2009 están en México (4.15 millones, que se sumarían a los cerca de 6 millones del periodo 2007-2008), una quinta parte (1.66 millones) en Brasil y el resto están distribuidos en Argentina, Colombia, Ecuador, Guatemala y Venezuela. Así, México se convirtió en el país más afectado por la crisis económica en la región, y también en el que un mayor número de habitantes cayó en la pobreza durante este año, de acuerdo con el documento del Banco Mundial, que constituye la primera evaluación sobre las consecuencias de la actual crisis económica en los indicadores de pobreza en América Latina, la región con mayor desigualdad en la distribución del ingreso” (La Jornada).
Poco más de ocho meses después, el Banco Mundial divulga la noticia (que, por lo visto, cree que debe considerarse como “buena”) que replantea su estimación de julio de 2009, para reducir a 64 millones el número de pobres adicionales en el planeta, resultantes de la crisis 2009, aunque todo indica que tal reconsideración no incluye a Latinoamérica, región para la cual había calculado un incremento de entre 9 y 10 millones de nuevos depauperados (“en México buena parte de ellos”), proporción aún mayor que la pronosticada por la Cepal por las mismas fechas.
Así es, en septiembre de 2009 el Banco Mundial estimó que “la recesión de este año sumió en la pobreza a entre 9 y 10 millones de latinoamericanos, buena parte de ellos en México. Las repercusiones negativas de la crisis global en América Latina y el Caribe no son triviales e inducirán algunos reveses a las ganancias sociales recientemente obtenidas. Una parte importante de los latinoamericanos que regresaron a una situación de pobreza por la crisis corresponden a México. El país representa entre una quinta parte y una cuarta parte de la economía regional, así que buena parte de los pobres estará en México”.
En la nueva proyección, divulgada días atrás, reduce el número adicional de pobres en el planeta en aproximadamente 36 por ciento con respecto a la proyección de julio pasado, pero en ningún momento cita mejoría alguna en América Latina, la región más desigual del mundo, en la que México sobresale. Así, sin modificaciones en la estimación original, la de julio de 2009, el Banco Mundial confirmaría el incremento de entre 9 y 10 millones de pobres en América Latina, con mayoría mexicana. De igual forma la Cepal no ha comunicado cambios en sus proyecciones (ligeramente menores a las del organismo financiero multilateral), de tal suerte que todo apunta a un segundo récord mexicano durante 2009: primer lugar (de abajo arriba) en materia de crecimiento económico, y la misma posición (en igual sentido) en número adicional de pobres.
Lo anterior permite confirmar lo dicho días atrás por el actual secretario de Hacienda, Eduardo Cordero, de que “sin duda hemos hecho bien la tarea, hemos ganado credibilidad y tenemos la mitad de mexicanos en condiciones de pobreza que teníamos a mitad de los 90”. Y estas declaraciones se solidifican cuando se conoce que “si sumamos la pérdida del poder adquisitivo del salario en alimentos y en servicios, la pérdida acumulada en el poder adquisitivo de los trabajadores es de 47.1 por ciento (en el primer trienio del calderonato). La caída en el poder adquisitivo durante el gobierno de Felipe Calderón es mayor que la sufrida en todo el sexenio de Miguel de la Madrid y de Carlos Salinas de Gortari. En tan sólo tres años y cuatro meses (primero de diciembre de 2006 al primero de abril de 2010), prácticamente se ha dado una caída en las condiciones de vida de los trabajadores similar a la sufrida en la llamada década perdida, mostrando así un retroceso. De continuar la tendencia, el salario mínimo presentaría una pérdida mayor a la registrada en el sexenio de Ernesto Zedillo, que fue de 51.1 por ciento y podría alcanzar 62 por ciento, la mayor caída desde los años 40” (Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM).
México, pues, a la cabeza en la estadística social, siempre y cuando la lectura se haga de abajo arriba.
Las rebanadas del pastel
Con el asunto del Renaut, más que fundada era la duda: ¿quién garantiza a la ciudadanía que la información personal por ella aportada no terminará en una comercializadora, en un banco, en una aseguradora, en una empresa que vende cualquier cantidad de mugres, en un partido político o en una banda de secuestradores o extorsionadores? ¿Quién, que los usuarios no serán bombardeados telefónicamente por todos tipo de negocios y sus “productos innovadores” o, lo que no sería raro, en el listado electoral de los partidos políticos, o en el directorio de defraudadores, extorsionadores o secuestradores? ¿La autoridad, desde donde se trafica con bases de datos (por ejemplo el Renave o el padrón electoral del IFE)? Y más rápido que ya llegó la respuesta desde Tepito: “nadie, mi buen, absolutamente nadie”.
cfvmexico_sa@hotmail.commexicosa@infinitum.com.mx

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