jueves, 19 de agosto de 2010

Astillero


Farándula de lo instantáneo

Demonizar a la izquierda

Coartada timorata de la Corte

Mundo de caramelos

Julio Hernández López


ALCALDE ASESINADO. Soldados esperan instrucciones en el perímetro del kilómetro 6 de la carretera conocida como “cola de caballo”, donde ayer se encontró el cadáver de Edelmiro Cavazos, edil de Santiago, en Nuevo León
Foto Reuters

Marcelo Ebrard ha dado un paso trascendente al activar los mecanismos institucionales que deberían someter al poder político civil a un retador cardenal boquiflojo que pretende crear condiciones de choque neocristero. No debería ser solamente el jefe del gobierno del Distrito Federal, sino toda la franja liberal/progresista/de izquierda la que empuje la demanda por daño moral que de manera jurídicamente puntual e históricamente firme fue presentada ayer ante los tribunales capitalinos contra el líder religioso jalisciense que en los hechos es el jefe de toda la ultraderecha mexicana.
No es una candidatura presidencial ni una pactada rivalidad previa a lo electoral lo que está en juego, sino la viabilidad de ese conjunto amorfo, contradictorio y muy golpeado que para abreviar suele ser llamado “izquierda”. El alto clero mexicano está apostando a la demonización comicial de la izquierda e incluso a algo peor: al ridículo público que significaría la inacción del aparato judicial ante la sobria exigencia de que enfrente un virtual fuero religioso; nadie debería esperar nada en la inmediatez electoral si la “izquierda” no es capaz de obligar a la estructura judicial a actuar contra alguien que sin pruebas ha acusado al personaje perredista de mayor calado gubernamental de sobornar a la cúpula del poder judicial federal para aprobar reformas legales delicadas: si Sandoval demuestra que puede mandar vaticanamente al diablo a las de por sí muy desfondadas instituciones mexicanas, entonces poco podrá hacerse en el corto plazo para desplazar electoralmente la amalgama de conservadurismo que el futuro propone para las urnas de 2012, lo mismo desde las filas naturales del PAN que de implantes en el priísmo como es el caso de Peña Nieto.
Pero el mundillo político nacional pareciera estar más dispuesto a seguir compitiendo por los premios a lo peor en la farándula de lo instantáneo. El mismo Sandoval se parapeta tras argumentos risibles cuando hace saber, mediante minimalista vocero, que tiene pruebas del maiceo que arguyó, sin asomar un solo pelo pardo del burro denunciado. Lo peor es que, con esas patadas de cardenal ahogado, el beatificable prelado (con r) está creando las condiciones suficientes para que la PGR lo llame a precisar en diligencias formales los términos en que puede comprobar la comisión de un delito tan ruidoso que estaría acabando con las carreras judiciales de cuando menos nueve ministros de la Corte del Silencio que, a su vez, como si lo que le faltara a esa cremería La Suprema fuera asesoría legal y vocación contra la impunidad, se ha contentado con emitir solamente una llamada a misa, oficialmente denominada “voto de censura” contra el tragicómico religioso tapatío que les ha acusado de recibir dinero por votar en determinado sentido y de ser igualmente maiciados por organismos internacionales. Pero los ministros afectados prefieren demostrar que no creen en las leyes y su obligada aplicación.
En otros foros del mismo espectáculo de la solemnidad decadente, el secretario de gobernación, Bla, bla, blake, se estrena en las artes del gomezmontismo largamente especializado en ofrecer disculpas y condolencias ante deudos de caídos en la personalísima aventura bélica desatada por quien ayer cumplió años (28 mil días de estos, le decían algunas enigmáticas felicitaciones). Blake fue a Monterrey a hacer diagnósticos y planes, y a ofrecer palabras y palabras, ante la terrible realidad de una entidad colocada entre el fuego cruzado de los cárteles en pugna. Ayer fue un joven presidente municipal el asesinado, pero todos los días siguen cayendo decenas virtualmente anónimos (simplemente, un nuevo número a sumar), mientras Felipe (que le dice en Twitter “Gracias, amorcito” a su esposa que le cumplimenta por aniversario natal) juega a los diálogos sin futuro, a uno de los que no asistirá Manlio Fabio Beltrones, que es ni más ni menos que uno de los principales poseedores de las llaves legislativas que podrían convertir en hechos la palabrería vertida hasta ahora. El sonorense dice sin decir: no podrá atender la invitación del panista michoacano porque le fue hecha con 18 horas de anticipación, cuando el senador en jefe ya tenía programada desde “meses atrás” otra actividad. Pero tampoco irán el petista Ricardo Monreal ni otro depositario del poder priísta, Francisco Rojas, coordinador de la bancada tricolor de San Lázaro.
Pero ni a cual irle: Heriberto Félix Guerra jura que según papelitos con cifras que obran en su poder está en condiciones de revelar que la pobreza nacional no sólo se ha frenado sino que, ¡bravísimo!, va en retroceso, pues los programas calderónicos asistenciales sí están dando buenos resultados. Y el supuestamente presidenciable Alonso Lujambio se hace gansito (una variante de pato) con la prohibición de la venta de alimentos y bebidas chatarra en las escuelas, y da largas que son profundamente agradecidas por las compañías productoras de obesidad que suelen gastar algo de sus ganancias en la promoción de campañas electorales de amigos que ya en el poder les permiten seguir vendiendo sus mercancías altamente dañinas.
Mundo de caramelos envenenados: el tema oficial del Bicente Nario es ejecutado (para ir a tono con los aires fúnebres del sexenio) por un entusiasta llamado Alex Syntek. La hechura se llama El futuro milenario y lo poco de la letra que ayer se atrevió a conocer este tecleador dice: “La plaza se va llenando, lo bueno está comenzando, unidos por lo que viene al son del Bicentenario. Shalalalala, el futuro es milenario, shalalalala, allá vamos paso a paso”. Demasiada poesía si además se escucha a Salma Hayek en la versión sosegada de las convocatorias, desde el confort, a luchar para cambiar las cosas en México que mediante Iniciativas Televisa inauguró aquel mentalista, Javier Aguirre, fallido en términos motivacionales pero bien forrado en lo económico.
Y, mientras los mexicanos se amarran el cinturón de la inseguridad para que arranquen negocios aéreos hildebrándicos en curso, ¡hasta mañana!
Fax: 5605-2099 •
juliohdz@jornada.com.mx

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