Es-que-zofrénicos
Lujambio, cadenero
Cuatro emes de Sedeso
PRI, agorero del desastre
Julio Hernández López
A LAS AULAS, 27 MILLONES DE ALUMNOS. El ciclo 2010-2011 arrancó ayer. Escuela de la ciudad de México Foto Marco Pélaez
En seguimiento de los arranques emocionales de su jefe, algunos miembros del ente cuasiclandestino autodenominado gabinete presidencial están saltando a los foros mediáticos con declaraciones regañonas y pendencieras. Ya antes había aparecido el secretario de educación gordillista, Alonso Lujambio, a quien el calderonismo encargó los negocios del festejo del bicentenario y el centenario y, en tal condición de controlador privado de asuntos públicos (una especie de cadenero” de antro histórico), se permitió invitar a quienes no les guste el menú conmemorativo a que busquen alternativas, además de tachar a quienes no comparten los de por sí aguados, pero carísimos, ánimos burocráticos de festividad de ser parte del México “mezquino” y formar parte del bando de “la visión negra, oscura, inquietante en el extremo tal que nos impide, incluso, movernos”.
El precandidato panista sustituto (el más promovido actualmente por Los Pinos es Ernesto Cordero, de quien se dice que es secretario de hacienda, pero el antes muy apapachado Lujambio está listo para un eventual relevo en los ánimos del cambiante jefe) habló con esa pasión nacionalista frente al embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, durante un acto con jóvenes en el que llamó, optimista y pinturero, a ir “subrayando lo que nos une y desenfatizando lo que nos divide” (si esa misma pasión de pandillerismo ideológico la hubiera puesto el secretario Lujambio en la revisión ortográfica e histórica de los nuevos libros de texto, no estaríamos hoy ante vergonzosos ejemplos del mal escribir ni ante la supresión y distorsión de episodios históricos como el 2 de octubre, que acabó siendo una “manifestación que se reunió” y “fue reprimida” por seres desconocidos, pues se suprimieron las referencias al Ejército y a Gustavo Díaz Ordaz).
Ayer tocó el turno de la reyerta, disfrazada de reflexión y consejo, al peculiar secretario de desarrollo social, Heriberto Félix Guerra, sinaloense al que Calderón habilitó en ese alto puesto cuando era el candidato natural del PAN a la gubernatura que le había sido ganada tramposamente seis años atrás por Jesús Aguilar Padilla. Félix, cuñado del claridoso Manuel J. Clouthier júnior (marginado por Los Pinos para dar paso a que el PRI ganara de nuevo el emblemático gobierno estatal, aunque a nombre de alianzas perreánicas), les dijo a jóvenes reunidos en una conferencia mundial en el yunquista León que no deben permitirse ser “víctimas de sus circunstancias”, ni atenerse a la fácil fórmula de la “esquezofrenia”, consistente en pretender la transferencia de las culpas propias a expiatorias otredades: “es que el gobierno, es que mi papá, es que el mundo”. ¡Nada de eso: “hay que tener liderazgo!”, arengó el miembro de los círculos empresariales dorados de Sinaloa. Nada de que los chavos se anden alquilando por unos billetes a los narcotraficantes; la solución está en la iglesia accionaria y emprendedora de las Cuatro Emes: “mercado, mercado, mercado y más mercado”, dijo el secretario de Desarrollo del Mercado (social).
En otro escenario de la batalla por los jóvenes, el delafuentista rector de la UNAM, José Narro, insistió en que el ejército de ninis (ni estudian, ni trabajan) es de 7 millones, y no de 285 mil como han declarado los secretarios felipistas de Gobernación y de Educación Pública, deseosos éstos de aparentar, mediante una guerra de cifras, que la crisis social es menor. Tan no lo es que, en seguimiento de su política de confrontación con el calderonismo que traicionó pactos de cogobierno con el partido tricolor, ayer fueron lanzados al aire algunos petardos de desestabilización priísta mediante advertencias de peligros para las finanzas públicas, en especial a partir de los pésimos manejos de áreas como el Seguro Social y Pemex, paraestatal ésta que por su parte obsequió al respetable público el estreno mundial de una tonadilla aberrante: la posible compra de crudo a empresas extranjeras.
Según Francisco Labastida, especialista en infortunios remontables, hay riesgo de colapso económico nacional. La voz del senador sinaloense se suma al proceso de obstrucción a las pretensiones felipistas de alzarse con más dinero de los ciudadanos para sus bélicos planes del futuro inmediato. En consonancia plena con la doctrina del Coopelas o Cuello, el licenciado Calderón ha advertido a los mexicanos que necesita más dinero para pelear contra los narcotraficantes, pues de otra manera esos ciudadanos no colaborativos estarán en manos de la delincuencia desbocada (es decir, de los narcotraficantes confesos). Comprensivo, el comandante FC se conformaría con que ciertos rubros de ejercicio presupuestal que no han sido eficazmente usados se reasignen para asuntos de seguridad pública o, en caso de que el malvado Congreso se porte mezquinamente y se deje llevar por visiones “negras, oscuras, inquietantes”, entonces no le quedará al sacrificado Calderón más que proponer nuevas formas de recaudación impositiva (al oír eso, las ventanas de las casas intentaron tapiarse, temerosas de que sean declaradas onerosa materia de leva fiscal).
Pero los reflectores mediáticos están prendidos del pleito Cardenal-Jefe de Gobierno, pues el señor Sandoval va elevando el conflicto, deseoso de llevar a lo que queda de Estado a la encrucijada definitoria de obligarlo a comparecer ante tribunales o reconocer la existencia de un virtual fuero eclesiástico. Los neocristeros preparan manifestaciones públicas mientras la “izquierda” se arrellana en su sillón de espectador en espera de resultados (¿qué ha dicho López Obrador sobre el tema? ¿Apoya a Ebrard en este momento crucial? ¿La derecha ganará las calles y la izquierda el silencio?).
Y, mientras la Corte ha dado un golpe indirecto pero seco a los oscuros aspirantes a nuevos dueños de Mexicana, al prefigurar el otorgamiento de un amparo a sobrecargos que años atrás vieron reducidas sus prestaciones e ingresos por maniobras como las que ahora pretenden imponer Arizon-Omega con el apoyo de Advent-International, ¡hasta mañana!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
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