sábado, 25 de junio de 2016

Los de Abajo

 Movimiento nacional
Gloria Muñoz Ramírez
L
a insurgencia magisterial es ya un movimiento nacional con dinámica propia en las regiones indígenas del país. No es casualidad que justo en Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Michoacán, la batalla contra la reforma mal llamada educativa marche al ritmo de la organización instalada en los pueblos, tomando decisiones en las asambleas comunitarias, más que en las sindicales.
Es en las comunidades donde se está decidiendo una estrategia propia, las barricadas, los bloqueos y el cuerpo a cuerpo en una lucha desigual contra las armas de la Policía Federal que, como se vio en Nochixtlán, no disparan gases, sino balas.
Tampoco es casual que dos de los movimientos más grandes de México apoyen al magisterio disidente: los padres de los 43 futuros maestros desaparecidos por el Estado hace 21 meses en Iguala, Guerrero; todos de origen indígena, y el de los zapatistas, cuyas bases de apoyo pertenecen a siete grupos indígenas de Chiapas, donde se inició la persecución y represión institucional contra las movilizaciones.
En la región mixe alta de Oaxaca se están llevando a cabo movilizaciones tan masivas como invisibles para los grandes medios de comunicación. Relata Damián Martínez, mixe de Tlahuitoltepec, que como ríos se desplazaron más de 20 mil indígenas de Tlahuitoltepec, Tamazulapam, Ayutla, Totontepec, Mixistlán, Chichicaxtepec, Yacochi, Huitepec, Metaltepec, Zacatepec, Alotepec, Juquila, Cacalotepec, Tepantlali, Chuxnaban, Tepuxtepec, Quetzaltepec, Tiltepec, Tepitongo, Ocotepec, Estancia de Morelos, San Isidro Huayapan, Atitlán y sus respectivas agencias municipales. Aquí no vinieron las grandes cadenas de televisión, pero sí los medios comunitarios, como las radios Jën poj, de Tlahuitoltepec, y Kong, anaaw de Ayutla.
Lo importante, como en todas las movilizaciones indígenas, es el proceso de organización asambleario para determinarlas. Los mixes empezaron por informar a los pueblos sobre los acontecimientos del 19 de junio pasado en Nochixtlán, en los que, a decir de la población, hubo por lo menos 10 muertos a causa de las balas de la Policía Federal. Durante la caminata, cuenta Damián, los mixes afirmaron que la lucha ya no sólo es por el magisterio, sino contra las políticas neoliberales de este gobierno y la represión y asesinato de los pobladores.
En el mismo Oaxaca, en la región mixteca, la abogada Violeta Hernández se pregunta: ¿Se consultó a los pueblos y comunidades esta reforma que ha cobrado la vida de sus hijos mixtecos? La respuesta es no, sin duda. Por eso también la respuesta organizada ante el agravio.

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