¿Qué implica para un maestro aceptar la Reforma Educativa?
DESFILADERO
Por: Jaime Avilés (@Desfiladero132)
18 de junio 2016.- Aceptar la reforma educativa, para un maestro afiliado a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, implica: que renuncie a su plaza, que renuncie a la antigüedad que haya acumulado desde que obtuvo esa plaza, y que se someta a un examen de evaluación sin garantía alguna de que, si lo aprueba, recobrará su antigüedad y su puesto.
Cuando los maestros se movilizan para dialogar con el gobierno, Peña Nieto y Aurelio Nuño les responden: acepten la reforma educativa —o mejor dicho, suicídense laboralmente— y después platicamos. Billones de pesos intoxican mientras tanto a millones de televidentes y radioescuchas con mentiras sobre los “privilegios” de los maestros y la “importancia” de la reforma educativa para sacar adelante al país.
La reforma educativa quedó consumada en el sexenio de Felipe Calderón, cuandoJosefina Vázquez Mota, como titular de la SEP, suprimió el estudio del civismo, de la ética, de la lógica y de la filosofía en las escuelas secundarias y preparatorias. Los tuits de los hijos de Peña Nieto ratifican que la reforma educativa está más vigente que nunca.
La ignorancia absoluta que campea por todas partes, el bajísimo número de libros que leemos al año, la extinción de las librerías, nuestra escasísima comprensión de lo que leemos, las espectaculares faltas de ortografía en las cartas de los restaurantes, la miseria de nuestros debates políticos, la abyección de “analistas” que no son sino merolicos, la “indigencia intelectual” de nuestros líderes, los anuncios publicitarios en las calles, el concepto de “alegría” como sinónimo de estupidez en la propaganda orientada a los jóvenes, todo, todo manifiesta expresamente que la reforma educativa ha sido un éxito de quienes se apoderaron de nuestro país y del mundo.
Lograron trepanarnos el cráneo y extirparnos las zonas pensantes del cerebro. Pero todo es parte de un largo tramo de secuencias históricas. José López Portillo pidió préstamos y más préstamos de 1976 a 1980 y los organismos financieros se los concedieron felices porque México era un océano de petróleo. Cuando el precio del petróleo se desplomó en 1980, López Portillo pidió más préstamos para pagar los intereses de los préstamos anteriores, pero ya no lo trataron tan amablemente y lo obligaron a firmar una serie de “cartas de intención” con las que se comprometió ante el FMI y el Banco Mundial a cumplir todas sus exigencias.
Durante el sexenio de Miguel de la Madrid, el gobierno acumuló más préstamos para pagar los intereses de los intereses de los préstamos previos, y para ello sacó a remate las mayoría de las empresas públicas (entonces quebradas, hoy boyantes y en manos de particulares). Siempre a cambio de más y más préstamos, la dictadura de Carlos Salinas de Gortari que surgió del gobierno de De la Madrid, ha aceptado todas las exigencias del Banco Mundial y del FMI y en virtud de las mismas ha privatizado hasta el petróleo, ha despoblado el campo, ha destruido el Estado nacional reduciéndolo a un aparato de saqueo y represión, y como miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico aplicó la reforma educativa que Calderón consumó entre 2006 y 2010.
Ciro, Denise, Joaquín, Cloret de Mole, demonizan a los maestros porque están dejando sin clases a los niños. De acuerdo con un estudio de Gerardo Esquivel, citado por AMLO, 48 de cada 100 las escuelas a cargo de la Secretaría de Educación Pública no tienen drenaje, 31 carecen de agua potable, 12.85 % no cuentan con baños y 11.2% no están conectadas a ningún enchufe ligado con la red de energía eléctrica nacional.
¿Reforma educativa o trepanación masiva? En aras del Tratado de Libre Comercio el Salinato arrasó el campo, desmanteló la industria, destruyó el empleo, y liquidó a la educación como herramienta estratégica para el desarrollo. Ahora pretende aniquilar la organización política y sindical de los maestros, pensando en las elecciones del 2018.
Si Miguel Ángel Mancera Espinosa se siente un jovial y lampiño #DonVenustianoCarranza modelo 2016, XXI, Aurelio Nuño debe creerse Capablanca, el legendario ajedrecista. Al comerle la reina a la sección XXII de la CNTE, supuso que los 80 mil maestros de Oaxaca correrían a esconderse bajo la cama. Los aguerridos bloqueos de ayer y de anteayer en el Istmo y en la capital del estado, las manifestaciones de apoyo en Tuxtla, el DF, Morelia, Monterrey y otras ciudades, el repudio social generado por la “política educativa” de Peña Nieto, demuestran que Nuño es la reencarnación de Mouriño. Y no sólo porque los une la letre eñe…
Aurelio Nuño es a Peña Nieto lo que Juan Camilo Mouriño fue a Calderón: el amigo íntimo que pasó los tres primeros años del sexenio en Los Pinos, separado del “señor presidente” apenas por un tabique. Urdiendo tenebras en la soledad de sus despachos. En atención a las frecuentes quejas de Margarita Zavala, Calderón envió a Muriño al infierno: lo hizo secretario de Gobernación, cargo para el que no tenía tamaños, y lo perdió para siempre.
Ignoro qué estimuló a Peña Nieto a lanzar a Nuño a la guerra, pero los hechos dicen que ha perdido batalla tras batalla, y que se ahorca con su propio mecate. Lo más interesante —en el más japonés sentido del concepto*— es que mientras tanto el ex rector de la UNAM, José Narro, ya calienta el brazo en la cumbre de la Secretaría de Salud para comenzar en agosto la privatización de servicios básicos que prestan el IMSS y el ISSSTE, como la hemodiálisis por ejemplo.
Los médicos empiezan a unirse a los maestros. Los trabajadores petroleros del Sureste que siempre fueron priístas irredentos, empiezan a unirse a los maestros. En las ciudades por donde pasan, la gente no sólo se une a los maestros sino que les regala agua y alimentos, y por cada golpe que reciben de los granaderos de Nuño y de Velasco y de Aureoles y de Mancera, millones pronuncian o escriben el nombre de Peña Nieto unido a una rabiosa imprecación. Los maestros son invencibles, el gobierno tiene que sentarse a negociar con ellos. La primera señal de distensión debe ser la renuncia de Nuño. A menos que la ocurrencia de madrugada sea sacar al ejército una vez que Nuño y Narro hayan hecho su trabajo.
Nassim Joaquín
Murió el secreto mejor guardado del Caribe mexicano. Ayer expiró don Nassim Joaquín Ibarra, el hombre que gobernaba secretamente la pujante comunidad libanesa de la península de Yucatán y daba la bendición a todos y cada uno de los presidentes de la república que le rendían pleitesía a cambio de un espaldarazo.
Nació en 1917, vivió 99 años. Ya era el hombre más importante de Cozumel cuando el “Espíritu de San Luis” aterrizó en esa isla semidesértica y Charles Lindenbergh se dirigió a la tienda del joven importador de bolaquesos de Holanda y aparatos eléctricos y terminó comprándole un número para la “bolita”, la lotería clandestina. En reciprocidad, Lindenbergh lo convenció de que invirtiera su dinero en una aerolínea. Ése fue el origen de Aerocaribe.
Pedro Joaquín Coldwell, su hijo fue el primer gobernador constitucional de Quintana Roo. Carlos Joaquín González, su hijo de otra señora, será el primer gobernador panista. Apuesto a que la próxima novela de Ángeles Mastretta hablará de él. Si no se le adelanta Torucho, su marido, el venático asesor vitalicio de Los Pinos que el jueves en Milenio aconsejó a Peña Nieto “reiniciar” su gobierno, porque si no lo hace a la mejor no lo conserva hasta el 18.
No hay comentarios:
Publicar un comentario