Ackerman, el INE y los sesgos // John:
conflictos de interés// No los hay, le responden // Alfaro, como Diego Sinhue
Julio Hernández López
▲ ARRIBO DE LOZOYA, BAJO ESTRICTA VIGILANCIA. Elementos de la Fiscalía General de la República a su llegada al hangar en el que era esperado Emilio Lozoya Austin, ex director de Pemex.Foto Marco Peláez
E
l proceso de selección de candidatos a ocupar los cuatro asientos vacantes del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) quedó lastimado, en una dimensión aún impredecible, a causa de ciertos criterios aplicados por los otros miembros del comité técnico de evaluación de esas candidaturas, según denunció ayer uno de los integrantes de ese comité, el académico John Ackerman.
Impugnado de manera feroz a lo largo de las semanas recientes por una corriente política de derecha en la que destaca el calderonismo y, por lo que ahora se ve, con el propósito de desacreditar su papel en el citado comité de evaluación, Ackerman aseguró que las 20 candidaturas finalistas
son el resultado de un proceso de deliberación sesgado, que varios perfiles valiosos para ocupar las consejerías fueron
descartados por fobias ideológicas y personales, a la vez que
se incluyeron personas con trayectorias cuestionables y que incluso tienen conflictos de interés con los propios integrantes del Comité Técnico.
Ackerman señaló, a título de ejemplos negativos de lo hecho en esas deliberaciones, a Javier Aparicio, Alma Eunice Rendón, Iulisca Bautista, Carla Humphrey y Jessica Rojas Alegría. Y aseguró que
el INE se ha convertido en un elefante blanco, ineficaz y desprestigiado, y requiere de un giro de 180 grados. Es muy importante seleccionar consejeros con una agenda de cambio y también con las capacidades de corregir los profundos vicios de la autoridad electoral. Urge modificar el procedimiento para futuros procesos de selección.
Por el contrario, en una carta que lleva como referencia a la periodista Sara Lovera, se establece que los demás miembros del comité de evaluación realizaron un trabajo de análisis y deliberación
transparente, respetuoso y profesional, y se califica al Instituto Nacional Electoral como
una de las instituciones baluarte de nuestra frágil democracia, producto de décadas de luchas por hacer de México un país más libre, justo e igualitario. Además de lamentar los juicios emitidos por el doctor Ackerman, aseguran que no hubo
en ningún momento del proceso de evaluación, situación de conflicto de interés o que afectara la objetividad en el juicio de los integrantes del comité.
El desacuerdo en esta fase preparatoria de la designación de cuatro consejeros electorales por parte de la Cámara de Diputados resulta preocupante, así fuera entre un solo miembro (John Ackerman) y el resto de los integrantes del multicitado comité, por cuanto parecería que las pretensiones de dar un giro positivo al INE podría seguir entrampado por procedimientos insuficientes o distorsionantes.
La gran expectativa nacional de cambio exige mecanismos plenamente confiables de organización y calificación de los comicios, que hoy no se aprecian en el INE ni en el tribunal electoral federal. Durante largos años y con pocas excepciones, la integración de estos organismos se ha dado a partir de arreglos entre grupos políticos, al estilo de los bucaneros repartiéndose un botín. Los nuevos consejeros del INE, en concordancia con los nuevos tiempos nacionales, deben estar exentos de puntos oscuros o negativos.
En particular, debe cuidarse que las elecciones de 2021 sean realizadas en un marco de la máxima confiabilidad posible. La trascendencia de los próximos comicios radica en su amplitud, la mayor de la historia nacional, con casi la mitad de los estados en selección de gobernadores, además de congresos estatales y presidencias municipales en buena parte del país y la renovación o relección de diputaciones federales. Pero, sobre todo, la condición delicada de 2021 deriva de la prevista confrontación dura de posiciones entre el obradorismo y sus opositores, todo en preparación de la consulta sobre revocación del mandato de López Obrador y la elección presidencial de 2024.
Y, mientras Enrique Alfaro ha corrido suerte parecida a la del guanajuatense Diego Sinhue, en cuanto a reacomodos y temporales
reconciliacionescon el obradorismo, ¡hasta el próximo lunes!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
No hay comentarios:
Publicar un comentario