jueves, 2 de agosto de 2012

México SA


México: medalla de plomo



Crecen precios de alimentos



El mayor aumento de la OCDE



Carlos Fernández-Vega

De nueva cuenta la OCDE presumió a la economía mexicana como la más avanzada dentro de ese organismo, aunque no precisamente en el sentido que casi tres meses atrás utilizó su secretario general, José Angel Gurría, cuando aseguró que aquella casi es de otro planeta” y “está en otra dimensión”, gracias, dijo, “al trabajo de tantos años”. No, en esta ocasión la directiva del llamado “club de países ricos” –con muchísimos pobres– encendió las señales de alarma, porque en el ámbito de esa comunidad (la integran 34 naciones) esa poderosa economía mexicana registra la mayor inflación en alimentos y energía, y no por poco: casi cuatro y seis veces más, respectivamente, que el promedio.



De acuerdo con el citado organismo, al cierre de junio pasado los precios de los alimentos reportaron una tasa anualizada de 8.5 por ciento, contra 2.8 por ciento en el resto de las naciones que integran la OCDE, y de 7.9 contra 1.4 por ciento en el caso de los precios de los energéticos. Así, las políticas públicas del calderonato (creciente dependencia alimentaria y aumento sostenido en gasolinas, diesel, gas y tarifas eléctricas) han sido por demás exitosas.



Y el asunto no concluye allí, porque en los mercados internacionales “comienza a gestarse una nueva volatilidad” en los precios de los alimentos, derivada de las condiciones climatológicas más secas de algunas regiones del hemisferio norte, de acuerdo con el reporte especializado del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas, el cual subraya que en junio pasado “los precios al mayoreo de productos básicos en el mercado nacional se mantuvieron en niveles altos, debido a los efectos del cambio climático que ha generado enormes pérdidas para los agricultores e incrementado la incertidumbre sobre la disponibilidad de productos alimenticios, resultado de una reducción en la superficie de cosecha, el aumento del número de hectáreas siniestradas y menor rendimiento de los cultivos agrícolas”.



Los indicadores divulgados por el Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera indican que en junio de 2012 la mayor escalada de precios se registró en la alubia chica, que promedió 24 mil pesos la tonelada ($/ton) para un crecimiento de 50 por ciento anual, seguido del frijol negro de importación, con un incremento de 23.33 por ciento anual, y el arroz, con 21.21 por ciento. En términos reales, los incrementos de estos tres productos ascendieron a 43.77, 18.21 y 16.18 por ciento anual, respectivamente. Estas altas variaciones contrastan con el incremento del nivel salarial, ya que para el sexto mes de 2012 el salario promedio mínimo general en la República Mexicana se contrajo 0.13 por ciento en términos reales, situación que explica el permanente deterioro del ingreso. Dentro del mismo análisis, sobresale el incremento del precio del maíz blanco, el cual, a pesar de haberse incrementado en 6.01 por ciento anual, se encuentra por arriba del aumento salarial registrado para este año; esta situación podría explicar el significativo incremento de dos dígitos que ha registrando el precio de la tortilla en los últimos 15 meses.



En el sexto mes del año, apunta el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas, el índice de precios de los alimentos y la canasta básica siguieron creciendo por arriba del índice nacional de precios al consumidor. “Esta situación se explica, principalmente, por el incremento en los costos de productos alimenticios y productos agrícolas como las frutas y verduras. Así, en junio, el índice de precios de los alimentos creció 8.54 por ciento anual, el de la canasta básica 5.81 por ciento, y el INPC aumentó sólo 4.34 por ciento anual. Al interior del índice de los alimentos, el costo de algunos productos agrícolas como el maíz, el trigo y el arroz siguen presionando al alza los precios de venta de diversos alimentos procesados como la tortilla de maíz; masa y harina de maíz; pasteles y pastelillos a granel; galletas saladas; galletas populares y bolillo. Aunque este último creció sólo 6.41 por ciento anual, se encuentra por arriba del índice de la canasta básica y del INPC. Entre los productos derivados de los granos más afectados se encuentra la harina de maíz, que creció en junio 13.61 por ciento anual, seguido del precio de la tortilla de maíz que aumentó 12.12 por ciento, los pasteles y pastelillos a granel que se incrementaron 10.25 por ciento, y el precio de las galletas saladas, que ascendieron 1.07 por ciento”.



Por el lado de los productores, refiere que los precios de los insumos agrícolas como petróleo y fertilizantes siguieron creciendo a un ritmo elevado a pesar de que el petróleo, principal insumo para producir fertilizantes, cayó drásticamente. El desplome de los hidrocarburos se debió a los problemas financieros que prevalecen en Europa y la debilidad de la actividad económica en China y Estados Unidos, principales consumidores de crudo en el mundo. Por ello, en junio, el índice de precios al productor del sector económico primario con petróleo aumentó 4.11 por ciento, respecto al mismo mes de 2011; en tanto, el de los fertilizantes creció 12.50 por ciento anual. Los índices de algunos combustibles derivados del petróleo como gasolina y diesel, aumentaron 9.68 y 12.64 por ciento anual, respectivamente. Este comportamiento se encuentra en línea con las mayores perspectivas de una caída en la demanda de energéticos, lo que hizo que para el sexto mes del año el precio promedio de la mezcla mexicana de exportación descendiera hasta 90.07 dólares por barril, para una caída de 12.54 por ciento anual. Esta situación podría ser temporal, ante el constante riesgo que existe de una mayor interrupción del traslado del crudo a causa de los conflictos geopolíticos en Medio Oriente, los cuales podrían afectar el flujo de las exportaciones provenientes de esa región hacia el resto del mundo. De igual forma, los precios por tonelada de los fertilizantes utilizados para mejorar la producción del sector agropecuario continúan en niveles altos: 20.68 por ciento de aumento para el fosfato, 25.93 en el caso de la urea y 24.07 por ciento en el del potasio.



Las rebanadas del pastel



La economía española se desmorona, pero los grandes capitales privados (nacionales y foráneos), lejos de apuntalarla, huyen como ratas de barco, dicho esto con respeto a los roedores: 163 mil millones de euros en cinco meses es el monto fugado, y no hay economía que aguante ese trote. Dados los escandalosos resultados de su breve “gobierno”, bien haría Mariano Rajoy en fugarse y dejar en paz a los españoles, quienes ya no sienten lo duro sino lo tupido.



cfvmexico_sa@hotmail.com



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