Ciudad Perdida

Sobre el sabadazo vehicular

Origen de la idea de la señora Müller

Miguel Ángel Velázquez

E

l caso es que, a partir de la escasa memoria o de la intoxicación de asuntos, la mayoría de ellos absurdos, con los que los gobiernos bombardean a la ciudadanía, vía medios de comunicación, dejamos de lado datos muchas veces imprescindibles para lograr un análisis, cuando menos cercano a la realidad.

Así las cosas, desde casi todos los frentes periodísticos nos dedicamos el día de ayer, principalmente, a levantar la voz en contra de la señora Tanya Müller, a quien acusamos de haber ideado la reforma al Hoy no circula, que afecta a cientos de miles de defeños con automóviles recién envejecidos, es decir, con 15 o más años de circular por las calles de la ciudad.

Pero no, la secretaria del Medio Ambiente del gobierno de Miguel Ángel Mancera no fue capaz ni de eso. Resulta que en la Agenda ambiental de la ciudad de México 2007 2012, que se halla en las páginas electrónicas de la misma dependencia, se habla del dichoso programa y del sabadazo.

Y dice: Restricción de la circulación en sábado. Se buscará restringir en 20 por ciento la circulación de los vehículos de uso particular, sin importar el holograma que porten, en las vialidades del Distrito Federal los días sábado, de acuerdo con el último dígito numérico de la matrícula de la unidad. Advierte la agenda que la medida se debe a que en los últimos años la contaminación es tan alta los días laborales como los sábados, y establecía como meta para 2012 sacar de circulación 617 mil unidades, es decir, un número muy parecido al que hoy se maneja.

De la misma forma se hablaba, en 2007, de invitar al estado de México a sumarse a la aplicación de las normas para los vehículos en favor del medio ambiente, pero para aquellas fechas aún no se tenía respuesta positiva de la entidad vecina, condición que ahora está cumplida.

Como queda claro, las modificaciones al No circula no se llevaron a efecto en su totalidad. Hay quienes aseguran que la medida, que abarcaba a todos los vehículos particulares, había sido evaluada en varias instancias, y que al final se consideró que ponerla en marcha no traería los beneficios que suponían algunos ambientalistas; por el contrario, llenaría de protestas las calles de la ciudad.

Total, el asunto es que la señora Müller parece haber encontrado en algún cesto de basura o en las páginas electrónicas de la dependencia que encabeza la modificación, y con algunas modificaciones, como la de no hacer el programa parejo, sino sólo afectar a quienes poseen autos con más de tres lustros de vida, echó hacia adelante el plan que daña directamente al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera.

Al final, cuando el engrudo estaba hecho bolas, y hasta donde se nos ha contado, Mancera habló con el secretario de Gobierno, Héctor Serrano, a quien le encargó hallar un remedio pronto y eficaz para salir del lío que generó la secretaria de Medio Ambiente. Fue de ahí, de la Secretaría de Gobierno, de donde salió la idea desuavizar el programa, para salvar en algo el deterioro de imagen al que la señora Müller expuso al jefe de Gobierno.

Pero, sobre todo, logró hacer un tanto más razonable la medida, al señalar que será sobre la emisión de contaminantes como se determinarán los días para circular de los automóviles con rodamiento mayor a tres lustros. Rectificar o suavizar el programa, como dice el gobierno de la ciudad, no ha convencido a mucha gente, y aunque pudiera haber algunas otras medidas adicionales, por el momento, se asegura oficialmente: no habrá más modificaciones.

Parece que la secretaria de Medio Ambiente, Tanya Müller, a quien impondrá una calcomanía para que no circule por los caminos de la política será a su jefe, Miguel Ángel Mancera. Allá ella.

De pasadita

Parece que en el PRD nacional se llevaron un buen susto cuando se dieron cuenta de que si el Instituto Electoral les practica, como debe ser, una auditoría a su padrón, antes de las elecciones para elegir a un nuevo presidente amarillo, se darán cuenta de que en la lista de militantes hay más muertos que en muchos panteones. Cuarenta mil, aseguran quienes hacen las cuentas, pero lo peor es que un número mucho más elevado de gente de ese partido ya no milita en él, y eso podría dar al traste con los planes chuchistas. ¿Será?

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