En marcha, el juego de la sucesión
Aspirantes y suspirantes de todos colores
Miguel Ángel Velázquez
Ahora resulta, dicen en los corredores del edificio del gobierno central, que si en estos momentos Marcelo Ebrard pidiera a los funcionarios de su gabinete que quieren obtener la candidatura a jefe de Gobierno que dejaran sus puestos, se quedaría prácticamente solo.
Y aunque esto parece una exageración, lo cierto es que más de cinco, de las áreas de mayor relevancia, se apuntarían de una vez. La explicación salta ahí mismo porque según quienes están pendientes del proceso, ni en las oficinas de Ebrard ni en las del gobierno legítimo, mucho menos en el PRD-DF, se advierte algún dato que pueda señalar de qué lado masca la iguana en estos menesteres.
Lo que no saben quienes pretenden llegar a la competencia por la candidatura es que en todas esas instancias la preocupación se ubica en otra parte, y es que la oposición, es decir el PRI y el PAN, pretende sacar algo para 2012, y ya está afilando los cuchillos para cuando sea necesario.
Por lo pronto, se asegura que la lideresa del PRI, Beatriz Paredes, será la candidata de su partido. A falta de un personaje que pudiera revitalizar al PRI en la ciudad, lo estrategas de ese partido optaron por poner en manos de Paredes el futuro inmediato de su partido.
Es evidente que los priístas han descuidado el Distrito Federal, el trabajo territorial es nulo y en cuanto al discurso político que pudiera alentar algunas simpatías por los tricolores, la ausencia de propuestas y la falta de seriedad levantaron un dique frente a la población que los mantiene aislados de ella.
En cuanto a Acción Nacional, de ese organismo sólo se proponen desgracias para la ciudad. Uno de los que quieren es José Luis Luege Tamargo, que en cumplimiento de los odios de Calderón, y de los suyos propios, por atacar las políticas del gobierno de Marcelo Ebrard, ha fastidiado a toda la población. Lo saben los panistas, pero sus opciones son pocas.
El otro que anda en esos menesteres es el fascista Federico Döring, que juega con la esperanza de que en el DF la población se atarugue para posicionarse como posible candidato azul, es decir, ni a cuál irle. Tal vez por eso en las filas de los azules una alianza no suena tan mal.
Y así, Beatriz Paredes seguramente firmaría un acuerdo con los azules para, olvidados los agravios, lanzarse como candidata de las fuerzas de la derecha que quieren, a toda costa, quedarse con el DF, no nada más como estrategia de triunfo para la carrera presidencial, sino como la idea de arrebatar a la izquierda la posibilidad de seguir a la cabeza del gobierno de la ciudad de México.
La especie que advierte el proyecto priísta fue confirmada la noche del martes en esas reuniones a las que se ha dado en llamar misas, a las que convoca cada semana René Bejarano. A la que nos referimos se efectuó el día 16 en el centro de convenciones de Tlaltelolco, a donde asistieron unas 700 personas, según nos dicen.
Allí, el propio Bejarano aseguró que será Paredes quien encabece las pretensiones priístas por llegar a gobernar, otra vez el DF, y por ello puso en alerta a todos los militantes del grupo que representa para que, a la brevedad, se tenga una reunión de donde salga la propuesta de esa corriente para la candidatura al DF. Ya veremos qué pasa.
Y aunque esto parece una exageración, lo cierto es que más de cinco, de las áreas de mayor relevancia, se apuntarían de una vez. La explicación salta ahí mismo porque según quienes están pendientes del proceso, ni en las oficinas de Ebrard ni en las del gobierno legítimo, mucho menos en el PRD-DF, se advierte algún dato que pueda señalar de qué lado masca la iguana en estos menesteres.
Lo que no saben quienes pretenden llegar a la competencia por la candidatura es que en todas esas instancias la preocupación se ubica en otra parte, y es que la oposición, es decir el PRI y el PAN, pretende sacar algo para 2012, y ya está afilando los cuchillos para cuando sea necesario.
Por lo pronto, se asegura que la lideresa del PRI, Beatriz Paredes, será la candidata de su partido. A falta de un personaje que pudiera revitalizar al PRI en la ciudad, lo estrategas de ese partido optaron por poner en manos de Paredes el futuro inmediato de su partido.
Es evidente que los priístas han descuidado el Distrito Federal, el trabajo territorial es nulo y en cuanto al discurso político que pudiera alentar algunas simpatías por los tricolores, la ausencia de propuestas y la falta de seriedad levantaron un dique frente a la población que los mantiene aislados de ella.
En cuanto a Acción Nacional, de ese organismo sólo se proponen desgracias para la ciudad. Uno de los que quieren es José Luis Luege Tamargo, que en cumplimiento de los odios de Calderón, y de los suyos propios, por atacar las políticas del gobierno de Marcelo Ebrard, ha fastidiado a toda la población. Lo saben los panistas, pero sus opciones son pocas.
El otro que anda en esos menesteres es el fascista Federico Döring, que juega con la esperanza de que en el DF la población se atarugue para posicionarse como posible candidato azul, es decir, ni a cuál irle. Tal vez por eso en las filas de los azules una alianza no suena tan mal.
Y así, Beatriz Paredes seguramente firmaría un acuerdo con los azules para, olvidados los agravios, lanzarse como candidata de las fuerzas de la derecha que quieren, a toda costa, quedarse con el DF, no nada más como estrategia de triunfo para la carrera presidencial, sino como la idea de arrebatar a la izquierda la posibilidad de seguir a la cabeza del gobierno de la ciudad de México.
La especie que advierte el proyecto priísta fue confirmada la noche del martes en esas reuniones a las que se ha dado en llamar misas, a las que convoca cada semana René Bejarano. A la que nos referimos se efectuó el día 16 en el centro de convenciones de Tlaltelolco, a donde asistieron unas 700 personas, según nos dicen.
Allí, el propio Bejarano aseguró que será Paredes quien encabece las pretensiones priístas por llegar a gobernar, otra vez el DF, y por ello puso en alerta a todos los militantes del grupo que representa para que, a la brevedad, se tenga una reunión de donde salga la propuesta de esa corriente para la candidatura al DF. Ya veremos qué pasa.
De pasadita
Lo poco o muy poco que hace la Procuraduría Social para atender los problemas condominales que existen en la ciudad, donde habitan más de la mitad de los capitalinos, se grava con la ineficiencia de sus funcionarios. Alguien tiene que decirle al jefe de Gobierno que no sirven para nada y que antes de que otra cosa pase, debería echarlos. Caso contrario, serán los mismos condóminos quienes, a su tiempo, se lo cobrarán.
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