jueves, 20 de septiembre de 2012

México SA



Reforma laboral a trote



Tres propuestas (¿tres?)



Coincidencia y disenso



Carlos Fernández-Vega

El PAN presume por doquier las maravillas” y “modernidades” contenidas en la iniciativa de “reforma laboral” que el inquilino de Los Pinos recién envió a la Cámara de Diputados (que no es otra que la rubricada por el grupo blanquiazul), mientras el PRI rechaza parte de su contenido, porque la “reforma buena” es la que sustenta el propio tricolor (según el tricolor) y el PRD hace lo propio, pues la suya, dice, es “la mejor de todas”. En apariencia, pues, tres serían las “distintas” propuestas de “reforma laboral” defendidas por igual número de partidos políticos (la tercia de los más grandes –en número, desde luego– de los representados en San Lázaro), aunque en los hechos la trinca parece transitar por el mismo sendero, ya que al final de cuentas proponen prácticamente lo mismo, con sus bemoles.



Y la anterior conclusión no proviene de alocadas mentes a las que nada les gusta y de todo se enojan, sino del propio análisis que sobre el particular realizó la Cámara de Diputados (Reforma integral a la Ley Federal del Trabajo; estudio comparativo de las principales propuestas de los grupos parlamentarios del PAN, PRI y PRD, presentadas en la 61 Legislatura), el cual concluye que “se encontraron múltiples coincidencias entre las tres iniciativas que pretenden reformar un mismo tema”, aunque “son diversos casos en que se abordan desde una vertiente diferente”.



¿En el fondo realmente son diferentes las tres propuestas que sobre el mismo tema sustentan PAN, PRI y PRD? El análisis de la Cámara de Diputados ofrece respuestas, y de entrada subraya que hay coincidencia absoluta de los tres partidos políticos en 11 de los 17 capítulos (65 por ciento del total) en los que se estructura la ley a “reformar” (principios generales, relaciones individuales de trabajo, condiciones de trabajo, derechos y obligaciones de los trabajadores y de los patrones, trabajo de las mujeres, trabajo de los menores, trabajos especiales, relaciones colectivas de trabajo, riesgos de trabajo, autoridades del trabajo y servicios sociales, y personal jurídico de las juntas de conciliación y arbitraje). En tres capítulos más (18 por ciento del total) la coincidencia absoluta se da entre priístas y perredistas (representantes de los trabajadores y de los patrones, derecho procesal del trabajo, y procedimientos de ejecución); en otros dos (12 por ciento del total) de la mano van panistas y tricolores (huelgas y prescripción) y sólo en uno (5 por ciento del total) blanquiazules y tricolores van juntos (responsabilidades y sanciones).



Básicamente, pues, no abundan las diferencias entre las tres tristes “propuestas” de “reforma”: Por ejemplo, los trinca caminan por la misma ruta en puntos específicos: modalidades de contratación; labores conexas o complementarias; días de descanso contractuales; salarios (uno de los puntos fundamentales); utilidades; productividad; preferencia, antigüedad y ascenso en el trabajo; trabajo de menores; trabajos especiales; juntas de conciliación; seguridad e higiene; servicio nacional del empleo, capacitación y adiestramiento; no discriminación; representantes de los trabajadores y de los patrones; derecho procesal del rabajo; pruebas; procedimiento de huelga y procedimientos de ejecución.



Aun así, el análisis de la Cámara de Diputados indica que “a pesar de encontrar coincidencias generales en cuanto a que las tres iniciativas abordan un mismo tema, se puede observar que lo hacen en muchos casos, sobre todo el PRD, en vertientes distintas. Por otro lado, se podrán observar grandes coincidencias entre las iniciativas del PAN y el PRI”. De estas últimas pueden señalarse las siguientes: subcontratación (outsourcing, renglón el que el PRD sólo considera la “responsabilidad solidaria”); salarios vencidos; procedimientos especiales; conflictos individuales de seguridad social, entre otras. Por cierto, el citado análisis menciona que “tanto la iniciativa del PAN como la del PRI proponen regular las subcontrataciones en las que, actual y principalmente, las empresas trasnacionales se están beneficiando a través de la figura del outsourcing).



Las tres propuestas, señala la Cámara de Diputados, “hacen hincapié en la productividad, la calidad del trabajo y los beneficios que se deben derivar de éstas. Además, la iniciativa del PAN prevé considerar de interés social la certificación de competencias laborales”. Con relación al tema de productividad, las tres “persiguen, al incorporar esta figura, obtener como resultado la optimización de los recursos materiales, tecnológicos, humanos y financieros con los que cuenta la empresa, señalando, en los casos de las iniciativas del PAN y del PRI que en primer lugar será para promover la competitividad y sustentabilidad de la misma, y en segundo lugar para incrementar los ingresos de los trabajadores. Además, en el caso de las iniciativas del PRD y PAN se vela por mejores condiciones de trabajo como ambiente laboral, seguridad e higiene, calidad de vida, capacitación de los trabajadores y el reparto de beneficios”.



En materia salarial, “destacan nuevas modalidades de pago como el salario por unidad de tiempo; pago por hora; pago de salarios a través de medios electrónicos como el depósito en cuenta bancaria, tarjetas de débito, etcétera, prácticas que de hecho ya se vienen dando y que de ser aprobadas las iniciativas quedarían reguladas dentro de la ley, cubriendo un vacío legal que actualmente se observa. Por otro lado, la iniciativa del PRD propone incrementar el aguinaldo anual para que sea de 30 días de salario y no de 15 como actualmente se otorga”.



Por lo que toca a las contrataciones, PAN y PRI incorporan tres “modalidades”: la temporal, por capacitación inicial y por periodo de prueba, “que de acuerdo con estos proyectos de reformas, hará a los trabajadores más competitivos, los dotará de experiencia y los especializará, atributos que se requieren para integrarse eficientemente al sector productivo, abriéndoles la posibilidad de obtener el puesto definitivamente, llevando implícita la búsqueda de la productividad (que además se observa en las tres iniciativas) y en el caso de la iniciativa del PAN la búsqueda de la certificación de los trabajadores. Sin embargo, a pesar de que de esta manera se puede tener la posibilidad de obtener el puesto, también se correrá el riesgo de no poder volver a solicitarlo toda vez que se otorga el derecho al patrón de dar por terminada la relación de trabajo sin su responsabilidad, si no acredita el trabajador su competencia”.



En fin, tres propuestas “diferentes”. De allí la serenidad de la famiglia política: “de que hay reforma laboral, hay” (Beltrones dixit).



Las rebanadas del pastel



¡Sorpresa! Primero Foxilandia; después Calderolandia, y ahora Marcelolandia.



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