La voz de las urnas
Una ciudad de izquierda
Locura con tinte suicida
Miguel Ángel Velázquez
S
olamente quien no quiere escuchar podrá negar la voz de las urnas, que en la pasada elección aquí, en la Ciudad de México, le cerraron el paso a la derecha, a la vestida de azul, y al tricolor, y advirtieron con claridad meridiana que el camino está por la izquierda.
Y a esa certeza le sigue necesariamente otra: cualquier representante de la derecha, no importa con cual organización política busque llegar al poder, estará condenado a la derrota. Y decimos que de cualquier partido porque además de los que están perfectamente identificados con las ideas neoliberales, en esta era del mercado loco,la derecha ha colocado a sus agentes en todos lados.
Los datos, entonces, son gritos de la gente que no quiere a la derecha en la administración, y menos aún en el gobierno de esta capital. Por eso es importante echar un ojo a los números de la pasada elección. Eso sustentará las afirmaciones que hicimos líneas arriba.
Ya explicamos en la entrega pasada que existe una peligrosa perversión en el padrón electoral, que si se echara abajo el porcentaje de personas que acudieron a las urnas podría pasar de 30 por ciento, o tal vez más, pero ahora nos vamos a centrar en la orientación del sufragio, que resulta muy interesante.
Si comparamos la votación de las dos elecciones más recientes para los azules de Acción Nacional, nos encontramos que en 2015 esa organización de la derecha obtuvo 446 mil 637 votos, y este año, en los comicios del 5 de junio, el número de votos en su favor fue de 203 mil 843, es decir, 242 mil 794 sufragios menos. Eso advierte un porcentaje de 54.36 por ciento menos. Para ser claros, el PAN recibió menos de la mitad de los votos que obtuvo en 2015, año en que ya había restado votos respecto del ejercicio electoral anterior.
El PRI estuvo peor. En la elección para diputados locales del año pasado logró que 380 mil 216 personas sufragaran en su favor, pero en el año que corre apenas alcanzó 153 mil 34 votos, casi 60 por ciento menos, lo que da cuenta de la debacle de ese partido, cuando menos en el DF.
Es verdad, también las izquierdas bajaron su porcentaje de votos, pero en ningún caso esa baja llegó a 20 por ciento. Por eso afirmamos que ya hay un camino trazado y que hay un fuerte viento favorable a las izquierdas. Cualquier otra lectura sería patológica.
Y si esto que les hemos comentado es real, nos daremos cuenta de que para el PRD sería una locura enviar a Salomón Chertorivsky como candidato. No sólo sería un suicidio político, sino que contravendría a esa voz de las urnas que frente a un desacato como ése, imponer a un candidato de derecha podría volver la espalda a los amarillos, como ya ha ocurrido en otras partes del país.
Así que el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, deberá parar muy bien la oreja para escuchar con claridad eso que dicen las urnas: ¡La derecha, no!
De pasadita
Aun en contra de quien preside la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México, en ese órgano se prepara una iniciativa de ley que buscará poner en orden a las empresas constructoras, y luego de que concluya esa tarea sería bueno que aún en contra de todos los intereses se pusiera orden en los bancos que hacen y deshacen sin que ninguna autoridad los llame al orden. Cosa de recordar que, por ejemplo, HSBC, acusado de lavar dinero, opera en este país con reglas que van en contra de sus mismos clientes. Vamos a ver si alguien hace algo.
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