viernes, 3 de agosto de 2018

México SA

Se desinfla el ritmo económico // Guajardo = filósofo de Güémez
Carlos Fernández-Vega
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odo apunta a que 2018 (cierre sexenal de Enrique Peña Nieto y sepultura del régimen tecnocrático; cuando menos eso espera la mayoría de los mexicanos) concluirá con noticias económicas aún menos alentadoras que las registradas a lo largo de los cinco años previos.
El último día de noviembre cierra el ciclo de seis gobiernos neoliberales al hilo (de Miguel de la Madrid a EPN), en el que la constante fue prometer todo e incumplir todo: desde el ingreso al primer mundo al bienestar tipo Noruegapara los mexicanos, sin olvidar un crecimiento económico de novela rosa.
Las cifras más recientes sobre el comportamiento económico del país son negativas y con ganas de empeorar, con todo y paquete de reformas estructurales propuesto por Peña Nieto y, con más pena que gloria, aprobado por el Congreso. Y más allá de corruptelas, excesos y errores, el balance sexenal es tétrico: como máximo, 2 por ciento de crecimiento promedio anual.
En vía de mientras, el Inegi divulgó los resultados del Sistema de Indicadores Cíclicos, información que permite dar seguimiento oportuno al comportamiento de la economía mexicana.
El citado instituto detalla que en mayo de 2018 el Indicador Coincidente (que refleja el estado general de la economía) se situó por debajo de su tendencia de largo plazo al registrar un valor de 99.8 puntos y una variación negativa de 0.03 puntos respecto del mes anterior.
El Indicador Adelantado (que anticipa los puntos de giro de la economía) se localizó en junio de 2018 por arriba de su tendencia de largo plazo, al observar un valor de 100.1 puntos y una disminución de 0.07 puntos con respecto del pasado mayo.
Con la nueva información, apunta el Inegi, el Indicador Coincidente presentó un comportamiento similar al publicado el mes previo; mientras el Indicador Adelantado registró una disminución ligeramente menor a la difundida el mes precedente.
Por su parte, el Banco de México advirtió que la información oportuna indica que en el segundo trimestre de 2018 la actividad económica en México mostró una contracción respecto del trimestre anterior. Esto refleja, en parte, la reversión del dinamismo que había mostrado la inversión en construcción y un debilitamiento de las exportaciones, si bien se considera que el consumo privado tuvo un comportamiento positivo.
El banco central calcula que las condiciones de holgura en la economía mostraron un relajamiento y es previsible que en 2018 el crecimiento del producto se ubique en la parte inferior del rango previsto (de 2 a 3 por ciento) y que, por lo tanto, la holgura en la economía continúe relajándose.
Se prevé que la economía seguirá transitando por un panorama complejo, tanto en lo externo como en el interno, lo que hace particularmente relevante que, además de seguir una política monetaria prudente y firme, se impulse la adopción de medidas que propicien una mayor productividad y que se consoliden sosteniblemente las finanzas públicas.
El Banco de México subraya que persiste el riesgo de que se presenten incrementos adicionales en los precios de algunos energéticos o aumentos en los precios de los bienes agropecuarios. Además, existe el riesgo de que las acciones de política de comercio exterior de Estados Unidos den lugar a un escalamiento de medidas proteccionistas y compensatorias que afecten adversamente el comportamiento de la inflación. El balance de riesgos respecto de la trayectoria esperada para la inflación mantiene un sesgo al alza, en un entorno de marcada incertidumbre.
Las rebanadas del pastel
Entusiasmado por las pláticas telecianas que ayer se llevaron a cabo en Washington, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, recordó su pasión por el filósofo de Güémez y expresó que en materia de TLCAN todo caerá en su sitio o nada caerá en su sitio. Entonces, con eso y un jarrito de atole, los mexicanos pueden estar tranquilos sobre el futuro comercial del país.
Twitter: @cafevega

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