miércoles, 9 de febrero de 2011

México SA


Mubarak y su enorme fortuna

Equivale a 20-33% del PIB egipcio

Amasada con tecnología mexicana

Carlos Fernández-Vega

El rotativo británico The Guardian publicó el pasado lunes que el (aún) presidente egipcio Hosni Mubarak, junto con su familia, acumula una modesta fortuna de entre 40 y 70 mil millones de dólares, producto de tres largas cuan productivas décadas de ejercicio del poder en aquella nación africana, aunque no a favor de sus gobernados. Junto al mandatario aparecen su esposa y sus dos hijos como propietarios de tal tesoro, el cual rebasa con creces el almacenado por Carlos Slim, todavía catalogado por Forbes como el hombre más rico del planeta.

Entre 40 y 70 mil millones de dólares (un monto representativo de 20 a 33 por ciento del producto interno bruto egipcio estimado para 2010) resulta un verdadero asalto a esa nación africana, cuyo balance es verdaderamente espeluznante (cualquier similitud con países como México no es mera casualidad): 40 por ciento de la población subsiste con menos de dos dólares diarios, y la mitad de esa proporción lo hace con menos de un dólar, en un país con una tasa de desempleo cercana a 17 por ciento de la población económicamente activa. De hecho, la UNICEF ha denunciado que la mitad de los niños egipcios está por abajo del umbral de pobreza.

Pobreza, miseria y desempleo son algunas de las herencias de Hosni Mubarak como presidente de Egipto. La otra cara de la moneda es su propio enriquecimiento, el de su familia y el de sus amigos. Por ello, ayer en El Cairo “un grupo de 20 abogados emprendió acciones ante la Fiscalía General. Los letrados presentaron documentos para que el Ministerio Público formule cargos contra el mandatario por desfalco de fondos del Estado, luego de que se revelaron cifras sobre una supuesta fortuna familiar de entre 40 y 70 mil millones de dólares. Una demanda judicial contra Hosni Mubarak por robo al erario público y un bloqueo temporal al parlamento para reclamar su disolución se acoplaron a la ofensiva popular para exigir la renuncia del presidente de Egipto” (Prensa Latina).

El ejercicio del poder es un negocio redondo, máxime si se concentra en una sola persona, como es el caso de muchos mandatarios del mundo árabe y otras latitudes del planeta, quienes todavía se dan el lujo de heredar el puesto a hijos y familiares, tal cual lo tenía planeado el propio Mubarak con su vástago Gamal.

En México el reparto del pastel es más democrático: se roba por sexenio, a manos llenas, aunque son muchas las que se levantan, siempre y cuando despachen directamente en posiciones clave, cuenten con los amigos indicados y/o financien las campañas políticas adecuadas. El caso de Mubarak, sin duda, tiene alto contenido de tecnología política mexicana.

Pues bien, como si le hubieran picado la cresta, la revista Forbes, entre cuyas gracias se cuenta el inventario anual de ricos entre los ricos, de inmediato brincó a la palestra para asegurar que de ninguna manera Mubarak sería el hombre más rico del orbe, porque, simple y sencillamente, no aparecía en su relación de billionaires. “En Forbes no sabemos qué tanto tendrá Mubarak, pero es muy poco probable que su fortuna sea, ni de lejos, hasta de 70 mil millones de dólares. En marzo de 2010 el magnate mexicano Carlos Slim Helú, que controla las compañías de telecomunicaciones Telmex y América Móvil, encabezó la lista mundial de multimillonarios de Forbes con un patrimonio neto de 53 mil 500 millones dólares. Si la ganancia de 18 por ciento del índice de la Bolsa Mexicana el año pasado actualiza a valor neto (la fortuna) de Slim en 63 mil millones, ¿Mubarak podría realmente ser más rico que el hombre más rico del mundo? Es de dudar”.

Forbes, por medio de su articulista Kerry A. Dolan, asegura que “el argumento para la gran fortuna de Mubarak se centra en el entendido de que las empresas extranjeras que hacen negocios en Egipto desde hace mucho tiempo necesitaban un socio local con el fin de establecer una presencia. Esto ha sido una práctica común en todo Medio Oriente. El artículo de The Guardian dice que en Egipto, el socio local recibiría una participación de 20 por ciento en el negocio” (en México sale más barato: 10 por ciento, promedio).

Aun así, la propia revista especializada reconoce que las fortunas de los políticos en ejercicio del poder son mucho más difícil de detectar que la riqueza “de los multimillonarios capitalistas con participaciones en empresas que cotizan en bolsa o en manos privadas. Pero la estimación de Forbes de las fortunas combinadas de los diez miembros de la realeza más ricos fue de 99 mil millones dólares en 2010”.

Lo anterior abre un nuevo nicho para esa revista: las fortunas de los políticos, de tal suerte que debería enfocar sus baterías sobre ellos, realizar una investigación documentada sobre sus dineros (cuánto tenían al entrar, cuánto al salir, y si no lo hacen como en el caso Mubarak, practicar cortes de caja que den cuenta del crecimiento de sus haberes en el ejercicio del poder). En 1995 la propia Forbes publicó que Carlos Hank González acumulaba una fortuna de 3 mil 500 millones de dólares. Tras la indignada queja del profesor, nunca más apareció en el inventario de billionaires. A los barones del dinero les encanta; a los políticos lo menos que les interesa es que le publiquen sus trapos sucios. ¿Cuál será el monto acumulado por los multimillonarios mexicanos del ramo político? ¿Y el de los santurrones de la Iglesia?

En vía de mientras, Forbes (edición 2010) asegura que Egipto cuenta sólo con cuatro multimillonarios, todos de una misma familia (padre e hijos), que atesoran 13 mil millones de dólares (6 por ciento del PIB egipcio para ellos solitos; Carlos Slim concentra alrededor de 5 por ciento del PIB mexicano). Se trata de Nassef, Onsi (el patriarca), Naguib y Samih Sawirus, dedicados a la industria de la construcción, las telecomunicaciones y la actividad hotelera, entre sus principales negocios.

De cualquier forma, Mubarak, como los políticos mexicanos, no morirá de hambre al dejar el poder.

Las rebanadas del pastel

Si de ricos entre los ricos se trata, la propia Forbes adelanta que de 2010 a 2011 Germán Larrea y su Grupo México incrementó 53 por ciento su fortuna, ubicándose en el segundo lugar entre los multimillonarios mexicanos, sólo abajo de Carlos Slim. El que no quiso gastar dinero para recuperar los cadáveres de Pasta de Conchos aparecerá en la edición 2011 de la revista especializada con 15 mil millones de dólares.

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