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jueves, 24 de febrero de 2011
México SA
Deuda: “problema superado”
Créditos para pagar créditos
FMI: México rebasó la cota
Carlos Fernández-Vega
Desde que en el sexenio salinista se decretó el fin del problema de la deuda pública”, con más discursos que hechos, el peso de dicho débito en las finanzas públicas no ha dejado de aumentar. En los tiempos del “cambio”, Vicente Fox repitió que el citado se trababa de “un asunto superado” y en los del actual inquilino de Los Pinos se presume que “en los últimos años la política de deuda se ha constituido como uno de los pilares de la estabilidad económica” del país, toda vez que, se supone, los dineros producto de tal endeudamiento –interno y externo– se han destinado “al progreso nacional”, el cual, dicho sea de paso, no se ve por ninguna parte.
En los hechos, de acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación, la creciente contratación de débito (interno y foráneo) se ha utilizado para tapar agujeros financieros, por mucho que el resultado concreto de tal práctica consista en abrir más agujeros. Como lo indica la ASF, “con el análisis del balance financiero del gobierno federal, presentado por la Secretaría de Hacienda, se constató que de los ejercicios fiscales de 2005 a 2009, el gobierno federal ha financiado un total de 952 mil millones de pesos de déficit con recursos obtenidos de empréstitos sobre el crédito de la nación. Cabe mencionar que el Fondo Monetario Internacional recomienda que la deuda pública de los países emergentes (como México) se mantenga en un rango de 25 a 30 por ciento del producto interno bruto”, y el gobierno calderonista ya sobrepasó ese límite.
La ASF, en la revisión de la cuenta pública 2009, detalla que de acuerdo con el periodo 2005-2009 el costo financiero de la deuda pública ascendió a casi 985 mil millones de pesos, importe que incluye el ramo 34 “Erogaciones para los programas de apoyo a ahorradores y deudores de la banca” (Fobaproa-IPAB) por poco más de 155 mil millones. “Del análisis anterior se concluye que la Secretaría de Hacienda cubre el déficit presupuestario mediante los recursos obtenidos de empréstitos sobre el crédito a la nación y que en el periodo analizado el déficit correspondió a 96.2 por ciento del costo financiero de la deuda. Para el ejercicio fiscal de 2009, el endeudamiento neto del gobierno federal ascendió a más de 365 mil millones, con el cual se cubrió el déficit presupuestario… Como resultado de lo anterior, en el destino de una parte del endeudamiento neto, los financiamientos no están produciendo los ingresos suficientes para el pago del principal y del costo financiero”, es decir, cada vez alcanza menos para pagar el “problema ya superado”.
De cualquier suerte, una porción de tal endeudamiento al parecer se canalizó a los programas sociales del gobierno federal, aunque en este renglón la ASF detectó un pequeño problema: “el Congreso de la Unión autorizó un techo de endeudamiento para cubrir el déficit del Presupuesto de Egresos de la Federación 2009; sin embargo, no autorizó que fuera para gasto social o corriente, puesto que el Congreso (…) tiene facultad para autorizar que se celebren empréstitos sobre el crédito de la nación, para aprobar esos mismos empréstitos y para reconocer y mandar pagar la deuda nacional, pero ningún empréstito puede celebrarse sino para la ejecución de obras que directamente produzcan un incremento en los ingresos públicos, salvo los que se realicen con propósitos de regulación monetaria, las operaciones de conversión y los que se contraten durante alguna emergencia declarada por el presidente de la República”.
Con el fin de evaluar la evolución del saldo de la deuda del sector público presupuestario entre 2005 y 2009, la ASF analizó las cifras reportadas en las cuentas públicas de esos años, y se concluyó que el saldo ha mostrado una trayectoria ascendente en ese periodo, tanto en el componente externo como en el interno. “En ese lapso el crecimiento de la deuda pública ha estado determinado por el débito interno del gobierno federal, principalmente por la estrategia de financiar íntegramente su déficit en el mercado interno. En este periodo, la deuda pública bruta de dicho sector se incrementó de 1.95 4.02 billones de pesos, y creció a una tasa promedio anual real de 13.4 por ciento, mientras que el PIB creció a una tasa promedio anual real de 0.6 por ciento. Destaca la deuda del sector paraestatal, que pasó de 79 mil 679 mil millones de pesos, y creció a una tasa promedio anual real de 61.7 por ciento (en tiempos de ingreso petrolero histórico) y el aumento más importante fue en 2009 debido al reconocimiento de los pasivos Pidiregas de Pemex como deuda pública directa”.
La deuda total bruta llegó a 4.02 billones, equivalente a 34 por ciento del PIB, 8.2 puntos porcentuales de incremento con respecto a 2008. La deuda bruta interna del sector público presupuestario registró un incremento real de 12.6 por ciento, y el de la deuda bruta externa de 60.3 por ciento. “Como proporción del PIB, en el periodo 2005-2009 la deuda bruta total creció de 21.1 a 34 por ciento del producto, lo que representa un aumento de 12.9 puntos porcentuales, donde destaca la deuda bruta interna del gobierno federal, que aumentó 10.6 puntos, mientras el componente externo tuvo un crecimiento de 2.3 puntos. En el manejo de la deuda, la estrategia del gobierno federal ha sido contratar financiamiento interno para pagar el componente externo, lo cual se observa al analizar el periodo de 2005 a 2009 en donde la proporción de la deuda bruta interna aumentó de 64.3 a 70.9 por ciento, mientras que la deuda bruta externa disminuyó al pasar de 35.7 a 29.1”.
Por si fuera poco, la ASF detectó que la deuda de dos entidades no está incluida en el monto total de la deuda bruta del sector público presupuestario, lo cual, aunque tiene fundamento legal, afecta la relación deuda total bruta/PIB. Tal es el caso de la CFE, cuyos pasivos contingentes por Pidiregas al 31 de diciembre de 2009 ascendieron a más de 323 mil millones de pesos, y el pasivo del IPAB no reconocido como deuda pública (más de 755 mil millones), de tal suerte que en realidad la deuda bruta de tal sector, al cierre de 2009, sumó 5.1 billones de pesos, o lo que es lo mismo, 43.1 por ciento del PIB.
He allí el “problema superado”.
Las rebanadas del pastel
Ya picado, Carlos Slim también canceló su publicidad a Tv Azteca como parte de la lucha en la que dos monopolios pelean rabiosamente para quedarse con el pastel del rival, todo ello “en el marco de la sana competencia”, desde luego.
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