Presenta el investigador de la UNAM elementos termodinámicos
Jorge Montemayor, ayer en la Facultad de Medicina Foto Cristina Rodríguez
Emir Olivares Alonso
Periódico La Jornada
Martes 24 de marzo de 2015, p. 5
Martes 24 de marzo de 2015, p. 5
El investigador del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Jorge Montemayor Aldrete volvió a presentar argumentos contra la principal hipótesis de la Procuraduría General de la República (PGR) que apunta a que los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos desde hace seis meses fueron incinerados por miembros del crimen organizado en el basurero de Cocula, Guerrero.
Durante la conferencia Evidencias científicas en el caso Ayotzinapa, realizada en la Facultad de Medicina, el científico aportó elementos apegados a la termodinámica para contravenir los argumentos del ex procurador Jesús Murillo Karam.
Consideró que la nueva titular de la PGR, Arely Gómez González, debe extender la investigación para indagar sobre la posible participación del Ejército en los hechos. Un elemento que ‘‘da una pista’’ de esa posibilidad es el caso del normalista que fue desollado y cuyas fotografías circularon en redes sociales.
‘‘Mis abuelos tenían un rancho y por eso sé que al quitarle la piel a un borrego, cabrito o pollo, éstos no sangran porque ya están muertos. Pero en el caso de este joven era lo contrario, pareciera que lo desollaron vivo, lo torturaron. Eso sólo lo puede hacer un profesional entrenado por ejemplo por kaibiles (tropas de élite guatemaltecas) o por soldados estadunideses. Y se sabe que desde 2001 elementos de las fuerzas armadas mexicanas van a ese tipo de cursos.’’
El especialista en ciencias materiales, termodinámica y otras disciplinas indicó que la versión de la PGR es que los normalistas fueron incinerados en una barranca profunda del basurero, con una extensión de entre 125 y 150 metros cuadrados, pero para poder apilar todos los cuerpos a una distancia adecuada en tres hileras se necesitaba un espacio de al menos 468 metros cuadrados.
Reiteró que para poder incinerar esa cantidad de cuerpos se hubiesen requerido 33 toneladas de leña o mil llantas, las cuales hubiesen dejado una huella de acero líquido debido a que la hoguera alcanzó mil 600 grados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario