Arturo Sánchez Jiménez
Periódico La Jornada
Jueves 23 de agosto de 2018, p. 3
Jueves 23 de agosto de 2018, p. 3
En México la inversión en ciencia ha sido
escasa e inciertahasta ahora y está muy lejos de los montos que se requieren para el desarrollo del país. Ese fue el planteamiento que hicieron ayer científicos y funcionarios universitarios al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador. Su petición: que la ciencia tenga un financiamiento sostenido y creciente. Y que lo tenga pronto.
Los representantes del sector científico se reunieron con López Obrador en el Palacio de Minería, donde, liderados por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), le entregaron un documento con propuestas para los siguientes años.
Enrique Graue Wiechers, rector de la UNAM, primero de 11 oradores, desde que comenzó su discurso puso el acento en la necesidad de que crezcan los recursos para ciencia, tecnología e innovación (CTI). Si la inversión es escasa,
el país no podrá aspirar a un mejor desarrollo y competitividad, dijo.
Explicó cómo en el sexenio de Enrique Peña Nieto la inversión no alcanzó las metas prometidas.
El planteamiento era destinar uno por ciento del producto interno bruto (PIB) nacional a ciencia, tecnología e innovación. Y la realidad es que apenas se pudo alcanzar poco menos de 0.5 por ciento.
Esto significa que México está muy lejos de países que consideran al sector CTI prioritario y estratégico, como Israel, que destina 4.2 por ciento de su PIB, sino también del promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que es de 2.4 por ciento. Ello, pese a que la ley de ciencia indica que la inversión debe ser de al menos un punto del PIB.
En el documento Hacia la consolidación y desarrollo de políticas públicas en ciencia, tecnología e innovación, que López Obrador leyó mientras escuchaba a los ponentes, entre las principales consideraciones se señala que
es indispensable para el planteamiento de metas de desarrollo ambiciosas en materia de CTI, incrementar el gasto e inversión en desarrollo experimental hasta uno por ciento del PIB.
▲ El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, con el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Enrique Graue, en el Palacio de Minería.Foto Carlos Ramos Mamahua
La meta
debe ser alcanzar ese nivel de inversión lo más rápido posible, y no al final de los próximos seis años, como en el sexenio que termina.
En el presídium estuvieron el empresario Carlos Slim; la investigadora María Elena Álvarez Buylla, propuesta para encabezar el Conacyt, y Xavier Soberón, presidente en turno de la Junta de Gobierno de la UNAM, entre otros.
El eje de la reunión fue la necesidad de destinar más recursos. José Luis Morán, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, dijo que
el fortalecimiento de la inversión en CTI no es un lujoy que sólo con recursos crecientes México será un país equitativo y próspero.
William Lee Alardín, coordinador de Investigación Científica de la UNAM, consideró fundamental que se definan las prioridades en la materia
con una visión de largo plazo; 25 años, cuando menos.
José Franco López, coordinador del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, sostuvo que el sistema nacional de CTI
debe ser reconocido como un sector estratégico del paísque requiere de presupuestos que vayan más allá de un año de trabajo.
También participaron Guillermo Funes y Silvia Giorguli, presidentes de la Asociación Mexicana de Directivos de la Investigación Aplicada y el Desarrollo Tecnológico y de El Colegio de México, respectivamente; y Rosaura Ruiz, integrante la Junta de Gobierno de la UNAM, entre otros.
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