lunes, 15 de junio de 2020

Astillero

Decálogo y liberación // Autoayuda, salud y economía // Ya aprendimos a cuidarnos // Automóviles y gobernadores
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▲ RODANDO A LA NUEVA NORMALIDAD. Con el paso a la nueva normalidad, tras el confinamiento para contener la pandemia del Covid-19, parejas de novios vuelven a encontrarse en parques de la Ciudad de México, escena que no se veía desde hace al menos tres meses.Foto Pablo Ramos
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omó forma de decálogo sabatino y precedió a la aparición en dominical video de la definitiva revelación liberadora. En el principio fueron esos 10 puntos de subjetividad emocional: recetas, consejos o sugerencias para salir del coronavirus y enfrentar la nueva realidad.
Un manual de autoayuda emitido desde Palacio Nacional: atender las indicaciones del subsecretario sanitario en jefe, ser optimistas, hacer a un lado el sufijo ismo en cuanto a ego, individuo y consumo; aplicarse en pro de la prevención, el ejercicio físico, la buena alimentación y el disfrute de la naturaleza; nada de racismo, sexismo o clasismo. Y buscar un camino de espiritualidad, un ideal, una utopía, un sueño, un propósito en la vida. Oh, sí.
Por cierto, quien tenga cualquier tipo de duda trascendente respecto a los 10 puntos aspiracionales en mención, se le ruega tome en cuenta la calificada postura de la directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, María Elena Álvarez-Buylla, quien tuiteó: En congruencia con la evidencia científica acerca de los factores que más influyen en la salud, les comparto este decálogo que hoy sábado nos propone nuestro presidente, el lic. Andrés Manuel López Obrador, para cuidarnos en estos tiempos y siempre.
El levitante decálogo andresino fue un ejercicio espiritual preparatorio de la severa determinación gubernamental de arrojar al pueblo pandémico del ámbito sanitariamente tutelado a la libertad agreste de la autorregulación personal, de la libertad recuperada a mitad de la tormenta. Dijo el Presidente de México: Ya hemos tenido el tiempo suficiente para familiarizarnos con las recomendaciones médicas y las disposiciones sanitarias. Ahora es el momento de ponerlas en práctica siguiendo nuestro propio criterio. En Jalisco, donde el impugnado gobernador Enrique Alfaro había asumido unos días atrás una conducta parecida a la planteada este domingo por la administración federal, se le señaló en redes sociales de empujar a la gente a rascarse con sus propias uñas.
El Grito de Independencia (sanitaria) fue dado oficialmente este domingo. La semaforocracia mostraba algo así como (aac) un alineamiento propicio de sus planetas de colores: entre el rojo y el naranja se encontró el ángulo adecuado para adelantar un verde esperanzado pero ya urgidamente reactivador de buena parte de la actividad económica nacional. “Estamos dejando atrás la etapa más difícil" del Covid-19 en México, dijo el decalogista tabasqueño.
Ahora, decretó, lo más importante es que ya nos cuidemos nosotros mismos y que sin miedo, sin temores, vamos a recobrar toda nuestra libertad con la premisa de que ya aprendimos a cuidarnos. ¡Viva la libertad!, así que ya nosotros vamos a poder salir a la calle y vamos a poder realizar nuestras actividades como siempre y vamos a sentirnos seguros y no tener miedo, no actuar con temores, porque ya sabemos que debemos mantener la sana distancia, la higiene personal. Pero ya es un asunto de nosotros, ahora sí. Retomemos nuestra libertad, vamos a actuar con criterio y vamos a cuidarnos a nosotros mismos.
El triunfo (que podría ser provisional), de las urgencias económicas sobre las restricciones sanitarias, se produce mientras motorizados grupos de antiobradorismo se han manifestado nuevamente en las calles de algunas ciudades del país, sin notable mejoría numérica ni programática, insistencia vehicular en espera de algún azar potenciador.
Y en Dolores Hidalgo, en el Guanajuato tan ensangrentado por los criminales organizados, los gobernadores panistas lanzaron una proclama en la que subrayan los riesgos económicos y sanitarios del país, insisten en un nuevo pacto fiscal y, al hablar de que hay una asechanza a las instituciones y la democracia, han asegurado que no hay lugar para el regreso a una suerte de república monárquica. ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero

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