jueves, 18 de junio de 2020

Astillero

AMLO: ni un paso atrás // Autos, gritos, sombrerazos // Nuevo León: ¿Bronco? ¡Manco! // En Colima, crimen de Estado
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▲ TRABAJO ESENCIAL EN EL ZÓCALO CAPITALINO. Soldados usan cubrebocas para arriar la Bandera en el Zócalo capitalino, en el tercer día del desconfinamiento escalonado en la Ciudad de MéxicoFoto Yazmín Ortega Cortés
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l martes en Tlaxcala, y ayer en Puebla, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) enfatizó que no dará ni un paso atrás en sus políticas en general y, en particular, en la lucha contra la corrupción.
Las palabras del político tabasqueño tienen como contexto las protestas que en días recientes se han organizado en su contra. Por una parte, el Frente Nacional anti AMLO (Frenaa), que coordina manifestaciones a bordo de vehículos automotores. Por otro lado, expresiones locales de descontento, como sucedió el lunes en Veracruz, con familiares de desaparecidos que no fueron atendidos por el Presidente (quien luego explicó que las medidas de distanciamiento social le impiden ser abordado directamente por grupos sociales), y uno de los cuales gritó que, en cambio, AMLO sí ha tenido tiempo para atender a la madre de un narcotraficante (en referencia a lo sucedido en Sinaloa con la progenitora de Joaquín El Chapo Guzmán).
En Tlaxcala, el Presidente viajero señaló: los voceros del conservadurismo, la prensa conservadora, está muy atenta de todo lo que hago. Si bajo el vidrio, ¿por qué bajo el vidrio? Si saludo, ¿por qué saludo? Si no saludo, ¿por qué no saludo? Todo. Y añadió: como ya no mandan los potentados en México, como ya no se permite la corrupción, están muy molestos. Y estos medios, que callaban cuando saqueaban el país, pues ahora son opositores. Eso es lo que está sucediendo. Tengo que andar brincando obstáculos, evadiendo el acoso, evitando caer en provocaciones, porque están muy encorajados, muy enojados (https://bit.ly/2Yc8vxp)./
En San Pedro Cholula, Puebla, luego de protestas sonoras de miembros de Antorcha Campesina, López Obrador se refirió a ellas, y las adjudicó a que ahora los apoyos económicos a la gente se entregan de manera directa y completa, no como antes, en que tal dinero o mercancía “no llegaba o llegaba incompleto, llegaba con moche, con piquete de ojo”.
Ahí se explayó: Ahora ya no se permite la corrupción. Pueden estar gritando, puede haber manifestaciones de automovilistas (...) Pueden hacer y deshacer, echar a andar campañas de desprestigio, guerra sucia, campañas de calumnias, noticias falsas, pero no vamos a dar ni un paso atrás; se acabó la corrupción, no se permite robar (...) ni con gritos ni con sombrerazos, ni con insultos ni con nada. Cero corrupción, cero impunidad (https://bit.ly/3hGJGBd)./
En otro tema: más que Bronco, Jaime Rodríguez Calderón debería autodenominarse Manco. Recuérdese que en un debate entre candidatos presidenciales, el gobernador de Nuevo León, entonces con licencia, propuso cortar las manos a quienes las metieran al erario para actos corruptos. Pues resulta que él, Rodríguez Calderón, y su secretario general de Gobierno, Manuel González, han sido judicialmente señalados culpables de haber utilizado a 572 trabajadores del gobierno estatal para recolectar firmas en apoyo de la aspiración presidencial del ex priísta que quiso seguir jugando con la falsa etiqueta de independiente.
Pero, a pesar de la constancia judicial de esos hechos y la orden federal de imponer sanciones al gobernador y su secretario, en el Congreso neoleonés no se pusieron de acuerdo respecto a la sanción a imponer: destitución o amonestación pública y multa. En el embrollo de intereses (que incluye la fiebre sucesoria en esa entidad), el ex Bronco y ahora Manco ha intentado evitar que se imponga sanción alguna. Por ello, ayer la sala superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación reiteró que se imponga un castigo, pues esto no es opcional. Ya se verá cuáles otras maromas intentarán los infractores Rodríguez y González.
Y, mientras el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar, ha dejado planteado que el asesinato de un juez federal en Colima fue un crimen de Estado, pues éste se comete también cuando particulares cuentan con la complicidad, tolerancia u omisión del Estado (¿mensaje al Estado mexicano o al gobernador del estado de Colima?), ¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero

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