sábado, 7 de julio de 2018

México SA

México: baja inversión extranjera // Crece número de niños enjaulados
Carlos Fernández-Vega
E
n tiempos de las campañas electorales, el inquilino de Los Pinos presumía que en su administración (hasta 2017) México obtuvo la mayor inversión extranjera directa de la historia, pues el monto acumulado se aproximó a 182 mil millones de dólares, alrededor de 50 por ciento más que en el gobierno previo.
Lo que no dijo es que de ese monto apenas poco más de una tercera parte correspondió a dinero fresco, contante y sonante, porque la diferencia correspondió a reinversión de utilidades (dineros generados en México) y a préstamos entre las compañías trasnacionales instaladas en nuestro país. Se trata, por decirlo así, de dólares de 38 centavos.
De cualquier suerte, ese río de dinero no contribuyó en mayor medida a impulsar la economía nacional ni a generar plazas laborales bien remuneradas. Por el contrario, durante el sexenio peñanietista, México creció a una tasa anual promedio de 2 por ciento, al tiempo que destacó la creación de empleos precarios.
El monto presumido por Peña Nieto varía ligeramente de la cifra reconocida por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), organismo que recién divulgó su informe sobre inversión extranjera directa en esta región correspondiente a 2018, del que se toman los siguientes pasajes.
A pesar de la incertidumbre que generó el proceso de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en 2017 las trasnacionales mantuvieron un elevado nivel de inversión en México y el país fue el segundo mayor receptor de la región (19.5 por ciento de los flujos totales en ésta), lo que indicaría la alta integración de la economía mexicana en las cadenas globales de valor de América del Norte.
En el año reciente, el país recibió 31 mil 726 millones de dólares, 8.8 por ciento menor al dato definitivo de 2016, pero superior al promedio de los pasados 10 años. Adicionalmente, los menores flujos recibidos en 2017 se explican por una disminución de los préstamos entre compañías, que superó el aumento del ingreso de nuevos capitales y de la reinversión de utilidades.
La manufactura continúa como líder en la atracción de capitales y concentra cerca de la mitad de los flujos, aunque los ingresos dirigidos al sector disminuyeron y su participación cayó de 58.2 a 45.3 por ciento del total entre 2016 y 2017.
Menores inversiones en las industrias química, de plásticos y de bebidas ocasionaron la mayor parte de esta caída, mientras crecieron las relativas a la fabricación de equipos de transporte, cuya participación subió de 17.7 a 23.5 por ciento del total entre 2016 y 2017. También aumentó la IED en los sectores de transporte y almacenamiento, construcción y comercio.
La actividad de trasnacionales estadunidenses en México aumentó y fueron el principal origen de los flujos de 2017. En cambio, se redujeron las inversiones de la Unión Europea, si bien mantuvieron casi una tercera parte del total (27 por ciento en 2017, frente a 30 en 2016). El flujo desde Canadá creció y llegó a 9.1 del total en 2017, al mismo tiempo que destacó el fuerte crecimiento de la IED proveniente de Australia, que representó 4.9, y de China, que alcanzó un máximo histórico de 0.8 (en el monto acumulado del periodo 1999-2016, China apenas representó 0.1 por ciento).
Similar a 2016, las fusiones y adquisiciones transfronterizas no tuvieron un gran protagonismo como atractivo para la inversión en 2017 y no se completaron operaciones superiores a mil millones de dólares.
Las rebanadas del pastel
Dos semanas atrás, la comunidad internacional celebraba el triunfo de la razón ante el afán del salvaje Donald Trump de criminalizar a migrantes menores de edad, y en ese entonces se hablaba de 2 mil niños enjaulados. Pues bien, ya que triunfó la razón, ahora se sabe que el número de menores en tal situación asciende a 3 mil cuando menos. Entonces, vergüenza debería dar a quienes festejaron una cínica victoria.

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