sábado, 15 de mayo de 2010

Es casi imposible sabotear instalaciones eléctricas subterráneas, asegura el SME


La alta tensión electrocutaría a quien lo intentara, dice; apagones afectan unas 100 colonias

Vecinos de la colonia Santo Domingo Coyoacán bloquean el Eje 10 Sur en protesta por la falta de energía eléctrica, debido a que una parte del cableado de la zona fue robada
Foto Alfredo Domínguez

Fabiola Martínez

Periódico La Jornada
Sábado 15 de mayo de 2010, p. 7

Si alguien intenta cortar con navaja un cable subterráneo en la capital del país se electrocutaría al instante –incluso si se queda a 40 centímetros de distancia de los equipos– porque la tensión que corre ahí es de 23 mil voltios; se trata de una red automática, no de simples coladeras independientes, explicó el ingeniero Héctor Paniagua Silva, coordinador de la comisión técnica del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).
Por ello, las hipótesis y especulaciones del gobierno respecto al origen de las averías carecen de toda lógica y conocimiento técnico y científico, añadió.

“No pueden probar el sabotaje simplemente porque no hay tal. En cables subterráneos hacerlo es casi imposible.”

Expresó que las recientes fallas se deben a ausencia de mantenimiento: “no se extrae el agua de las bóvedas”. Además, “estamos hablando de redes automáticas; esto quiere decir que si hay una falla, la energía eléctrica trata de entrar por otra subestación”.

Señaló que las fallas que ocurren en la ciudad de México y municipios de lo que fue el área de influencia de Luz y Fuerza del Centro (LFC), incluso de manera simultánea en decenas de colonias –el SME calcula que los apagones afectan un centenar de éstas–, se deben a la ignorancia de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y de las empresas contratistas para operar la red, las cuales están aprendiendo a punta de ensayo-error.

En especial, carecen de conocimientos para controlar los sistemas de alimentación de energía y suspender con pericia sólo el tramo que se busca reparar, y no todo el bloque, lo que afecta a miles de usuarios, apuntó.

“Si en las colonias se va la luz es porque CFE quita el suministro en todo el alimentador debido a que no conoce qué debe seccionar; no sabe cómo hacer un seccionamiento de una línea, trabajo que nosotros hacíamos con pleno conocimiento de la red de distribución a fin de dejar fuera la parte fallada, y se proveía con otro alimentador para que la gente tuviera el corte de energía el menor tiempo posible”, expuso Paniagua en entrevista.

Agregó que el tiempo de interrupción al usuario (que contabilizaba LFC cuando ocurrían fallas pasajeras o francas) se ha triplicado en los pasados siete meses, desde el decreto presidencial de extinción del organismo.

Otro factor que influye sustancialmente en los apagones es la falta de mantenimiento preventivo desde el 11 de octubre pasado, sostuvo.

Nosotros, afirmó, dábamos a diario 50 licencias de servicio, de las cuales 40 por ciento eran sólo para acciones preventivas.

Entre los trabajadores del SME consultados tras conocerse la creación del Centro de Atención y Reacción Inmediata (para prevenir supuestos actos de sabotaje) surgió de inmediato la molestia por la intención gubernamental de encontrar culpables de las fallas en el suministro eléctrico.
En principio, “porque nunca se hizo caso” a la solicitud del SME para que se dotara de más presupuesto a la LFC; sin embargo, señalan los electricistas, ahora vuelve la campaña para culparlos de todo:

“Las fallas del fin de semana pasado se multiplicaron por los fuertes vientos en el Distrito Federal y, seguramente, dirán que también somos culpables de ello. Seguramente los 44 mil trabajadores que fuimos despedidos el 11 de octubre nos pusimos a soplar.”

Paniagua comentó que si el 11 de octubre el SME hubiera optado por combatir el decreto por la fuerza, no se hubieran enfocado en las bóvedas subterráneas, sino en las líneas aéreas y en centros estratégicos, con lo que se arruinaría el suministro en todo el país, no sólo en la zona central.

“El sistema nacional está interconectado, y la falta de luz en el sector central provocaría que todos los generadores se desconectaran, y entonces sería un apagón nacional.”

Sin embargo, ésa no fue ni es la estrategia del SME, sino la lucha pacífica, insistió.

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